Periodista abandona Cuba tras presión del gobierno para mentir sobre las protestas del 11J
Raúl Almeida, quien trabajaba como periodista, presentador y locutor de deportes en la oficialista TeleBandera, en Cárdenas, Matanzas, decidió dejar Cuba y emprender camino hacia Miami, en Estados Unidos, tras ser presionado para mentir en la prensa sobre los sucesos del 11J.
En entrevista con América Tevé, Almeida sostuvo que se negó a cumplir la orden de hacer reportes que engañaran a la audiencia cubana sobre las protestas masivas que se vivieron a lo largo del territorio nacional. Su postura, cuenta, le costó su empleo en esos medios y optó por escapar con su familia de la Isla.
El joven cruzó la frontera entre México y EEUU para llegar recientemente a Miami, como muchos otros cubanos que deciden dejar su país atrás ante las diferencias políticas con el régimen que ha gobernado durante 63 años.
Ya en tierras de libertad, Almeida explicó cómo se vivió el día después del 11 de julio al interior de las redacciones en los medios oficialistas de Cárdenas y las presiones que ejerció el gobierno para que los periodistas hicieran reportes en contra de la legítima rebelión social.
“El 11 de julio el régimen cubano se sintió desesperado completamente por algo que no esperaba y salió a hacer una cruzada en todos los frentes. Todo el que no estuvo de acuerdo con ellos fue sencillamente desechado. Todo el que quedó, en el caso de la televisión, tuvo que hacer trabajo para ellos”, afirmó.
El joven asegura que gran parte de los periodistas de la prensa oficialista cubana saben que lo que les ordenan reportar sobre la realidad del país es una mentira. Su testimonio muestra cómo los comunicadores son forzados a manipular la verdad, incluso sin importar que sean especialistas en deportes u otra área; en Cuba, todo es política, y todos deben responder a los intereses del gobierno.
“Yo que no tenía nada que ver con la política me dijeron: ‘o tienes que ir a un hospital o a la calle a desmontar lo que está sucediendo, o sencillamente tienes que abandonar’”, relató.
“La mayoría de los periodistas en Cuba saben lo que está sucediendo; es lo que nos molesta. Sabemos que la información que estamos haciendo es una mentira, pero, sin embargo, la tengo que hacer porque si quiero seguir trabajando en el medio tengo que hacerlo; y si quiero llegar a la televisión nacional y si quiero superarme, tengo que hacerlo”, agregó.
Sobre las manifestaciones en Cárdenas, contó que tras estos hechos, todavía hoy el régimen tiene dos patrullas de la policía apostadas en la sede del Partido Comunista (PCC), lugar hasta el que llegó la movilización social durante el 11J y voltearon el carro del primer secretario del partido.
Además, explicó que la represión de la dictadura causó tal temor que hubo familias que se escondieron en las afueras de la ciudad para intentar escapar de la cacería de brujas que emprendieron las autoridades.
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