El Gobierno ruso parece estar expandiendo sus blancos militares, pues además de iniciar una invasión en el territorio de Ucrania, también ha amenazado a Finlandia y Suecia.
El hecho fue denunciado por la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) durante una videoconferencia convocada de emergencia este viernes 25 de febrero.
Según el medio Newsweek, el mensaje llegó por parte de la portavoz del Gobierno ruso, Maria Zajarova, poco después de que ambas naciones fueran invitadas de manera extraordinaria a participar en una cumbre de la alianza, de la cual no forman parte.
“Es evidente que la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, que es principalmente un bloque militar, tendría graves consecuencias militares y políticas que requerirían que nuestro país tome medidas recíprocas”, dijo la portavoz durante una conferencia de prensa.
De momento, los líderes de la OTAN aseguraron que desplegarían las fuerzas necesarias para garantizar “una disuasión y una defensa sólidas y creíbles en toda la Alianza, ahora y en el futuro”.
Con esto, se acordó la activación de la Fuerza de Respuesta Rápida de la alianza, la cual se compone de 40.000 efectivos listos para desplegarse. Es necesario recalcar que esta medida nunca se había empleado antes.
La invasión a Ucrania comenzó durante la madrugada del pasado 23 de febrero, cuando el presidente ruso Vladímir Putin ordenó una “operación militar especial”, justificándola con la defensa de las personas que habitan los territorios separatistas de Donbass y Luhansk.
Durante este tiempo, Rusia aseguró haber destruido varias bases militares y aeródromos en el territorio, mientras que las autoridades ucranianas sostienen que su defensa ha provocado daños significativos a las fuerzas invasoras.
Al respecto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recalcó que Ucrania continúa luchando con valor para defender su territorio, confirmando que las fuerzas rusas han sufrido pérdidas significativas.
El líder de la OTAN recalcó que los objetivos de Gobierno rudo son están limitados a Ucrania, por lo que quizá era necesario considerar las peticiones que Rusia ha hecho desde los 90.
Estas peticiones exigen la desintegración de la alianza, la cual Rusia percibe como una herramienta usada para defender los intereses de Estados Unidos en la región.
“Tenemos que tomarnos esto en serio”, dijo Stoltenberg.
