Un cubano denunció en redes sociales que su paquete de picadillo llegó con una desagradable sorpresa, una rana.
De acuerdo con el internauta, identificado como Yoel Pausini, compartió fotografías de lo que encontró dentro del picadillo “mixto” condimentado, el cual se elabora en la planta Richmeat de Cuba, S.A.
ESTO SE DICE Y NO SE CREE 😤😤 pic.twitter.com/3D772FcDms
— Yoel Pausini (@YoelPausini) February 23, 2022
La publicación provocó indignación entre los cubanos dentro y fuera de la Isla, pues muchos consideran que el precio de esos alimentos es demasiado como para que ofrezcan tan poca higiene a la hora de prepararlos.
Mientras algunos dudaron de la veracidad del asunto, el denunciante aseguró que no tenía nada que ganar de ello, y que no lo hizo con el objetivo de hacerse “viral”.
“Si eres cubano y vives en Cuba, te darás cuenta de que no compensa echar a perder un picadillo al precio que está (…) Mi cuñada y su esposo fueron los que compraron el picadillo, lo abrieron y eso era lo que había. Ambos son médicos y sin redes sociales, o sea… ellos no echarían a perder la comida por gusto y yo no me enriquezco por hacer algo ‘viral’”, respondió en una serie de tuits.
Quieres que te diga la verdad? Mi cuñada y su esposo fueron los que compraron el picadillo, lo abrieron y eso era lo que había. Ambos son médicos y sin redes sociales, o sea…ellos no echarian a perder la comida por gusto y yo no me enriquezco por hacer algo “viral”
— Yoel Pausini (@YoelPausini) February 24, 2022
Ante la denuncia, otros decidieron tomarlo con humor, señalando que el nombre de picadillo “mixto” condimentado debía de haberle advertido que podía traer de todo tipo de carne.
El picadillo es elaborado en una planta procesadora ubicada en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, y es ofertada en las tiendas estatales y en línea a un precio que oscila en los 3 dólares.
Denuncias como la hecha por Pausini se han visto en el pasado, con algunas de ellas siendo reconocidas y compartidas por la misma prensa estatal, como el de la venta en 2021 de leche con larvas en la provincia de Matanzas.
En aquella ocasión, los ciudadanos se mostraron más indignados, pues la leche estaba destinada para los niños del territorio.
“A la administradora de la bodega La Rampa, ubicada en La Cumbre, no le dio tiempo a vender ni un litro. Cuando se disponía a atender al primer cliente notó una materia extraña flotando en la superficie y al introducir un colador quedó sorprendida: ¡La leche tenía gusanos!”, redactó el medio oficialista Periódico Girón.
