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Campeón olímpico Fernando Dayán Jorge abandona la delación cubana en México

El canoísta cubano Fernando Dayán Jorge, campeón olímpico en Tokio 2020 junto a Serguey Torres en los 1000 metros, abandonó la delegación nacional que viajó a México para cumplir con una base de preparación con vistas a futuros compromisos internacionales.

La Comisión Nacional de Canotaje (CNC) confirmó la noticia al diario oficialista JIT, calificando la decisión del cubano como una “grave indisciplina”.

Como era de esperar, la entidad deportiva criticó al joven de 23 años, pues “echa por tierra años de intensa labor y aspectos de la estrategia de desarrollo de ese deporte rumbo a los ciclos olímpicos de París 2024 y Los Ángeles 2028”.

La Comisión optó por el mismo discurso de siempre del oficialismo: “Fernando Dayán, fruto del sistema de enseñanza deportiva en la Isla, y de modo particular de la profunda labor realizada en la escuela nacional de esta disciplina, ha dado la espalda al compromiso con nuevos resultados para su deporte y su pueblo”.

Así, el organismo deportivo solo tuvo críticas para el canoísta, y no analizó las causas reales que llevan a que un campeón olímpico abandone su país y decida seguir compitiendo bajo otra bandera, un hecho muy poco común en el mundo, pero demasiado cotidiano en Cuba.

El cienfueguero, nacido en 1998, además de su título olímpico, conquistado como miembro de la dupla cubana en el C2 a 1000 metros, ha cosechado varias medallas en campeonatos mundiales y juegos panamericanos. Tal es el caso de la presea de oro en la Copa del Mundo del Portugal (2017) y en los Juegos Panamericanos de Lima (2019).

En los últimos años, se había convertido en uno de los deportistas más relevantes del país, una condición que habría podido mantener dada su corta edad. En 2016, fue seleccionado entre los diez mejores atletas de Cuba, al igual que en 2021.

En una reciente entrevista que ofreció al diario cienfueguero 5 de Septiembre, Fernando Dayán dijo que su vida gira en torno al mar. “Vivo a una cuadra del mar. Todo lo que tenga que ver con el agua me atrajo siempre. Al canotaje llegué por mi papá, que también lo practicó”, contó.

Sobre Serguey Torres, su compañero en la canoa, aseguró que aunque se llevan más de 10 años de diferencia, son casi hermanos tanto en lo profesional como en lo personal.

“La relación con Serguey es muy buena dentro y fuera del agua. Somos prácticamente hermanos. Siempre andamos juntos. Nos sabemos nuestras vidas ‘del pi al pa’”, refirió.

Este joven talento se suma ahora a la larga lista de deportistas cubanos que deciden que es mejor para ellos y sus familias abandonar la delegación nacional y seguir sus carreras en otros países, donde tengan mejores condiciones económicas y también las libertades políticas que el gobierno comunista niega a sus ciudadanos. Sin embargo, deben sufrir como castigo una sanción que les impide volver a su tierra por 8 años.

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