Muchos habremos escuchado la frase “fumar es causa de cáncer” y no hay lugar en Cuba donde esa frase sea particularmente más cierta que en Sancti Spíritus, según un artículo de Escambray.
Los tumores malignos ocupan el primer lugar entre las 10 principales causar de muerte en el territorio, y los tumores más comunes son los de tráquea, bronquios y pulmones, tipos de tumores relacionados comúnmente al tabaquismo.
Las cifras aparecen en el Anuario Estadístico Provincial de Salud del 2018, el documento es muy específico con los detalles, el número de muertes por enfermedades crónicas de las vías respiratorias van en aumento en los últimos años, en los hombres, los tumores suelen aparecer en los labios, boca, laringe y faringe.
No hay manera de negarlo, el cigarro acaba con la vida de quienes los fuman, quitando minutos de vida con cada bocanada de humo y con todo y todo, la gente no renuncia a fumar.
Según el Programa Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo en el territorio, hay alrededor de 240.500 fumadores solo en Sancti Spíritus.
La peor parte es que el 15% de esos fumadores son adolescentes y jóvenes.
Con la situación actual no solo podemos culpar al tabaco por las cifras de muertes, sino también debemos preguntarnos cuantas de esas muertes son causadas por la impunidad de gente que fuma en lugares públicos sin castigo y aquellos que venden cigarros a menores.
La evidencia científica indica que es uno de los problemas de salud más importantes a los que el mundo se está enfrentando, se estima que para el 2020 más de 10 millones de vidas serán arrebatadas a causa del tabaco.
Lo ideal sería dejar de fumar, no solo por el bien personal, sino para proteger a aquellos que los rodean, pues en muchos de los casos la causa del cáncer de pulmón es el humo de segunda mano.
La madre que tiene hermanas que fuman, el hijo de un hombre que abusa del tabaco, un humilde trabajador que se gana la vida en un lugar donde la gente acostumbra a fumar, todas esas personas tienen la misma probabilidad de pagar el precio por un vicio que ni siquiera practican.
Los números no mienten, la necesidad de acabar con el mal hábito de fumar es más fuerte que nunca.
