Alexis Valdés dedica a sí mismo un divertido poema por su cumpleaños
El reconocido humorista y actor cubano Alexis Valdés dedicó a sí mismo un poema como regalo de cumpleaños, el cual celebró el pasado domingo.
Mediante sus redes sociales, el artista se felicitó y compartió con sus seguidores los versos que se dedicaría.
“Hoy es mi cumpleaños y me dedico estos versos a mí mismo y de paso a ustedes. Gracias por estar ahí por tantos años”, escribió el artista antillano.
A continuación la redacción de Asere Noticias reproduce íntegramente el poema:
Un día como hoy nací
Esa la ciudad Habana
Solo los ojos abrí.
Y ya lloré una semana
Será quizás que intuí
que vivir daría fatiga
o quizás fue que sentí
un gran dolor de barriga.
A mi madre la perreta
no la dejaba zurnar
se le secaron las te…
y ya no pude mamar.
Y parece que al notar
que era aquello una tragedia
fue que decidí cambiar
y torcí hacia la comedia.
Me puse cara de tonto
y me separé los dientes
y fue como así, de pronto
vi a la gente sonriente.
Y cuánto me debió gustar
que sin esperar el resto
me dije aún sin hablar
“yo voy a vivir de esto”.
Y así fue que me mantuve
entre broma y carcajada
por una idea que tuve
en la primera nalgada.
En Santo me convertí
ved el milagro que obro
hago un chiste sobre mi
el otro ríe y yo cobro.
Y ya son cuarenta años
viviendo yo de esta guisa
que comienza en mi cabeza
Y termina en tu sonrisa.
Y a usted pues, que decir
que es cómplice en el empeño
de que yo pueda cumplir
ese sueño de pequeño…
Que gracias senkiu mercí
por las risas que han vertido
dándole el mejor sentido
a aquel día en que nací.
Un día como hoy nací
Esa la ciudad Habana
Solo los ojos abrí.
Y ya lloré una semana
Será quizás que intuí
que vivir daría fatiga
o quizás fue que sentí
un gran dolor de barriga.
A mi madre la perreta
no la dejaba zurnar
se le secaron las te…
y ya no pude mamar.
Y parece que al notar
que era aquello una tragedia
fue que decidí cambiar
y torcí hacia la comedia.
Me puse cara de tonto
y me separé los dientes
y fue como así, de pronto
vi a la gente sonriente.
Y cuánto me debió gustar
que sin esperar el resto
me dije aún sin hablar
“yo voy a vivir de esto”.
Y así fue que me mantuve
entre broma y carcajada
por una idea que tuve
en la primera nalgada.
En Santo me convertí
ved el milagro que obro
hago un chiste sobre mi
el otro ríe y yo cobro.
Y a usted que le he de decir
que es cómplice en el empeño
de que yo pueda cumplir
ese sueño de pequeño…
Que gracias senkiu mercí
por las risas que han vertido
dándole el mejor sentido
a aquel día en que nací.