Anciano cubano con más de 40 años en EEUU en riesgo de deportación
El hombre de 73 años lleva más de media vida en el país y tiene una vida hecha, pero fue detenido por ICE en el camino a su trabajo

Un anciano cubano residente en Lafayette, Luisiana, y que lleva más de la mitad de su vida en Estados Unidos, fue detenido esta semana por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) mientras se dirigía a su lugar de trabajo, y ahora enfrenta riesgo de deportación.
José Francisco García Rodríguez, de 73 años y quien ha vivido en EEUU por 45 de ellos, desde que huyó de Cuba en un barco durante el éxodo del Mariel de 1980, está actualmente detenido.
Según denunció la familia del hombre, este se encuentra detenido en un centro de procesamiento de ICE en Pine Prairie, una pequeña aldea en la parroquia rural de Evangeline, al sur de Luisiana.
La detención se dio cerca de su hogar mientras se dirigía a su jornada laboral, y ha desatado una ola de apoyo por parte de su familia y amigos, que han pedido su liberación alegando que se trata de un hombre trabajador y honrado que “aporta” al país.
Fue uno de los hijastros de García Rodríguez quien publicó primero en Facebook que su padre había sido “secuestrado” por agentes de ICE.
Tres días después, su hijastra, Christian Cooper Riggs, también pidió ayuda para su padrastro a través de redes, contando su historia y explicando cómo lleva más de media vida fuera de Cuba.
En un video compartido en su perfil de Facebook, Riggs explicó que García Rodríguez llegó a EEUU hace más de cuatro décadas, sin recursos ni educación, como tantos migrantes que han ayudado a construir el país.
Según la hijastra, a lo largo de los años, García Rodríguez trabajó incansablemente, contribuyendo al país como trabajador y pagando impuestos, sin haber utilizado nunca los beneficios del Seguro Social, una de las mayores quejas del presidente Donald Trump sobre los inmigrantes.
“Mi papá llegó sin nada, sin hablar inglés, y luchó por toda su familia. Luchó, cometió errores y pagó por ellos”, dijo Riggs.
La mujer agregó que, a pesar de sus dificultades iniciales, el cubano logró crear una vida estable para su familia, trabajando entre 40 y 60 horas a la semana.
Sin embargo, el anciano nunca pudo obtener la ciudadanía estadounidense debido a problemas legales ocurridos hace años, aunque intentó regularizar su estatus migratorio durante más de una década.
Pese a sus esfuerzos, explicó Riggs, García nunca pudo regularizarse, aunque, según ellos, tampoco fue informado de que estaba incluido en una lista de deportación.
La familia había creído que, una vez cumplidas sus condenas y obligaciones legales, el asunto quedaría cerrado, e incluso sus propios abogados le aconsejaron mantener un perfil bajo y continuar trabajando en su vida cotidiana.
El caso de García pone de manifiesto la verdadera rigurosidad de la nueva administración republicana, y cómo incluso quienes llevan años viviendo en el país sin problemas significativos pueden verse afectados por las nuevas normas antiinmigrantes, que terminaron también con la posibilidad de migrar legalmente.
Riggs, visiblemente afectada, expresó que la detención de su padrastro, un hombre mayor con problemas de salud cardíaca y que cuida a su esposa con demencia, es innecesaria y cruel.
“Este es un problema que se soluciona con bisturí, no con machete”, afirmó, pidiendo que se reconsidere su caso.
“Si quieres ayudar, comparte este video, llama y envía correos electrónicos a nuestros oficiales electos y diles que apoyas la liberación de José Francisco”, agregó Riggs, quien también solicitó oraciones para la familia.
Miles de cubanos se encuentran actualmente en riesgo de deportación, luego de que Trump ordenara el fin del parole humanitario, terminando incluso con la estancia de quienes llegaron legalmente, y ordenando la deportación inmediata de todos los inmigrantes ilegales e irregulares.
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