Anciano cubano no puede sacar sus remesas: Banco Metropolitano sin dinero
El jubilado necesita el dinero para cuidar a su esposa, quien sufrió un infarto cerebral, y a su hija con limitaciones físicas
José, un jubilado cubano de 83 años de edad, acudió a redes sociales para denunciar que lleva casi tres meses intentando cobrar una remesa enviada desde España a través del Banco Metropolitano, sin éxito. La transferencia, que se realizó el 6 de enero, no ha podido ser concretada hasta abril debido a que la entidad bancaria no tiene liquidez para entregar los fondos.
El afectado, quien recibe una pensión de 1.528 pesos cubanos (CUP), hizo pública su situación a través del portal independiente El Toque.
“No me alcanza ni para comprar un kilogramo de leche en polvo”, lamentó.
Asegura además que necesita urgentemente cobrar el dinero enviado por sus familiares, pues además de su avanzada edad, debe cuidar a su esposa, quien sufrió un infarto cerebral, y a su hija con limitaciones físicas.
La situación de José refleja un problema estructural en el sistema bancario cubano: la creciente falta de liquidez. Aunque el gobierno insiste en que hay suficiente dinero circulando, los ciudadanos no pueden acceder a él. Las colas en los cajeros automáticos y en las sucursales del Banco Metropolitano se han vuelto parte del día a día en La Habana.
Mientras tanto, las autoridades promueven el uso de canales oficiales para recibir remesas, pero no garantizan el acceso efectivo a los fondos. En el caso de José, ni siquiera puede recibir el equivalente en CUP debido a la falta de efectivo y a las trabas del tipo de cambio oficial.
La indignación se ha trasladado a las redes sociales, donde más cubanos denuncian situaciones similares. José Antonio Marrero García, otro jubilado, criticó la falta de reconocimiento a sus décadas de trabajo.
“Mi pensión es de 2.100 CUP, no alcanza para vivir con dignidad”.
El Banco Metropolitano no ha emitido declaraciones públicas sobre estos casos. En general, los bancos cubanos enfrentan una crisis aguda que ha sido agravada por una inflación descontrolada, la devaluación del peso cubano y una economía cada vez más dolarizada.
Las medidas de bancarización obligatoria, promovidas por el régimen, no han resuelto los problemas debido a la debilidad de la infraestructura tecnológica y la desconfianza ciudadana.
Ante este panorama, voces como la del congresista cubanoamericano Carlos Giménez han pedido a Washington suspender las remesas y los vuelos a Cuba.
“La dictadura asesina en Cuba está en cuidados intensivos. El régimen ni siquiera puede mantener las luces encendidas”, afirmó, instando a redoblar la presión para provocar un cambio definitivo en la Isla.