Apagones en Cuba: marzo inicia con uno de los mayores déficits del año
Pese a la poca actividad de este domingo, la UNE lucha sin éxito por mantener el abastecimiento, con horas sin energía como consecuencia para este lunes
Apenas iniciando el tercer mes del año, Cuba ya enfrenta un incremento en los apagones debido a un déficit en la capacidad de generación energética que supera los 1.600 MW, volviendo al rango de los déficits más altos de los últimos meses.
De acuerdo con la estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE), el servicio eléctrico estuvo interrumpido desde las 5:19 am del domingo y se mantuvo afectado durante toda la madrugada de hoy.
Pese a haber sido domingo, el día de menor actividad de la semana, se vivió una fuerte deficiencia energética durante la hora pico, con el punto máximo de afectación a las 7:10 pm, alcanzando los 1.562 MW, una cifra sumamente alta, en especial para un fin de semana.
Esta situación resultó más crítica de lo previsto debido a que los motores de la Patana de Melones no entraron en funcionamiento.
Para este lunes 3 de marzo a las 7:00 am, el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) reportó un déficit de 669 MW, mientras que para el mediodía se estima que la afectación ascienda a 950 MW.
Las termoeléctricas del país continúan enfrentando fallos debido al deterioro de su infraestructura obsoleta, entre averías y supuestos trabajos de mantenimiento que nunca terminan.
Actualmente, la unidad 2 de la CTE Felton se encuentra fuera de servicio por una avería, mientras que cinco bloques adicionales en las CTE de Mariel, Santa Cruz, Cienfuegos y Renté están bajo mantenimiento.
Además, la escasez de combustible ha provocado la paralización de 86 centrales de generación distribuida, así como la salida de operación de nueve motores en el Emplazamiento de Moa, cinco en la Patana de Regla y otros cuatro en la Patana de Melones.
Mientras el régimen sigue dedicando casi la totalidad de su presupuesto a mantener la comodidad de sus turistas extranjeros, con hoteles de lujo, acaparando la comida para los mismos hoteles y gastando en plantas de emergencia para el mismo fin, el pueblo no ve para cuando podrá llevar una vida normal como la del resto del continente, sin apagones de entre 6 y 20 horas diarias.
