La XIV edición del Festival de Cine Latinoamericano de São Paulo arranca en la noche de este 24 de julio y se extenderá hasta el 31 con una amplia muestra de 148 películas de 17 países, además de la realización de talleres y reuniones que reunirán a lo mejor de la industria del cine regional.
El festival es organizado cada año por el Departamento de Cultura del gobierno estadual con el objetivo de “acercar al público con los profesionales del medio, como productores, directores, profesores y estudiantes”.
Como figura central y a la que se le rendirá homenaje está Patricio Contreras, un actor chileno que reside en Argentina desde hace varios años y ha participado en numerosas películas difundidas en los cines de la región latinoamericana.
La primera película en ser exhibida será “Fakir”, la cual es dirigida por la brasileña Helena Ignez. Entre las películas destacadas programadas en el festival se encuentran “La música de las esferas”, del cubano Marcel Beltrán, “Yo, imposible”, de la venezolana Patricia Ortega, y “Porno para principiantes”, del uruguayo Carlos Ameglio.
Entre las cintas brasileñas se incluyen “En el corazón del mundo”, de Maurílio Martins y Gabriel Martins, “Eldorado, ¿Mengele vivo o muerto?” de Marcelo Felipe Sampaio y “Ensayo sobre el fracaso” de Cristiano Burlan.
“Además de ser otra vitrina importante para el cine nacional, el festival promueve el intercambio cultural entre Brasil y los países vecinos, destacando lo mejor de la producción latinoamericana en los principales festivales de cine, como Cannes, Berlín y Venecia”, dijo el secretario de Cultura de la ciudad, Alexandre Youssef.
“Los países latinoamericanos en las últimas décadas necesitaban tener una coproducción con Europa. Filmes de Argentina y Chile eran coproducidos por España, Alemania y Francia. Hoy en día eso se mantiene, pero existen coproducciones entre latinoamericanos”, comentó.
Un aspecto novedoso lo constituye la transmisión en tiempo real de las películas por medio de la plataforma SPCine Play, que ofrece la experiencia de estar como si fuera dentro de la propia sala de exhibiciones.
