Varios medios de prensa confirmaron el asesinato del luchador grecorromano Edgar Rodríguez O’Reilly, de solo 19 años de edad, quien habría sido apuñalado en La Habana el pasado fin de semana.
De acuerdo con el medio Swing Completo, la muerte del joven luchador se registró durante una riña callejera, de la cual aún se desconocen las causas.
Según la información que circula en redes sociales, Rodríguez era una persona querida y respetuosa, la cual cursó la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) ‘Mártires de Barbados’ en la capital cubana.
Su entrenador, Lázaro Nuviola, indicó que no podía creer que alguien pudiera arrebatarle la vida a Rodríguez, pues era una persona de carácter noble.
De acuerdo con algunos internautas, el joven fue apuñalado el pasado 27 de agosto, en una fiesta que se organizó en la playa de Guanabo, en el municipio de Habana del Este.
Rodríguez estudiaba en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte ‘Manuel Fajardo’, donde cursaba su primer año de la carrera de Técnico Superior de Entrenador Deportivo.
Su muerte fue lamentada por varios entrenadores, los cuales lamentaron la situación que se vive con los crímenes violentos en la Isla.
“Nadie se puede imaginar el grado de criminalidad que existe en Cuba, donde darle una puñalada a una persona se ha convertido en algo tan normal, como en nuestra época lazarte 4 golpes con el puño, qué desgracia, que degeneración de la sociedad y que poco respeto por la vida humana”, publicó en redes sociales Daniel Gómez, entrenador y metodólogo de lucha.
Compañeros del joven, como el también luchador Yan Pablo Castillo, se despidieron de Rodríguez, afirmando que su muerte representaba un duro golpe para el deporte y para todo aquel que lo conoció.
“Hoy perdimos un hermano, un amigo, un hijo y un excelente atleta, la lucha capitalina está de luto”, redactó.
De momento, las autoridades cubanas no han informado nada de manera oficial, por lo que varios usuarios en redes sociales están exigiendo información y que la persona que le arrebató la vida al prometedor atleta enfrente las consecuencias de sus actos.
