Autoridades de Matanzas afirman que el agua que llega a la ciudad es “segura”
La aclaración del régimen llega una semana después de que se descubriera que el agua de la región estaba contaminada con coliformes fecales
Las autoridades sanitarias de Matanzas han confirmado que el agua proveniente de la fuente de abasto de Bello, que recientemente fue contaminada por residuos de cachaza provenientes del central azucarero Boris Luis Santa Coloma en Mayabeque, ya es apta para el consumo humano.
La doctora Silvia Isabel Domínguez León y el ingeniero Evaldo Guerra Báez, ambos pertenecientes a la vicedirección de salud ambiental del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Matanzas, informaron que los estudios físico-químicos y bacteriológicos realizados no evidencian riesgos sanitarios.
“Las muestras analizadas cumplen con los parámetros establecidos”, aseguraron los expertos.
Desde el pasado 10 de febrero, las autoridades reanudaron el bombeo de agua hacia la ciudad y han mantenido un monitoreo constante del suministro. Además, señalaron que continúan las acciones de control para evitar nuevos episodios de contaminación derivados de la actividad del central azucarero.
El incidente, que obligó a la interrupción del servicio en varias zonas de Matanzas, generó alarma entre la población cuando las pruebas iniciales revelaron la presencia de coliformes fecales en el agua. Ante esta situación, las autoridades recomendaron a los residentes de barrios como Versalles, Matanzas Este y Oeste, y El Naranjal hervir el agua y emplear hipoclorito de sodio para su desinfección. Sin embargo, la falta de acceso a este desinfectante y la ausencia de información clara provocaron un malestar generalizado entre los ciudadanos.
Las redes sociales se convirtieron en un reflejo del descontento, con denuncias sobre la deficiente comunicación oficial y reportes de agua turbia y con mal olor en algunas zonas tras el restablecimiento del suministro. También se señalaron las dificultades adicionales causadas por los frecuentes cortes eléctricos y la insuficiencia de camiones cisterna como alternativa para garantizar el abastecimiento.
Si bien la confirmación de que el agua ya es segura para el consumo trae un poco de alivio a la población, el episodio dejó en evidencia la urgencia que hay a la hora de fortalecer los protocolos de respuesta ante emergencias sanitarias y mejorar la regulación sobre el manejo de desechos industriales que ponen en riesgo los recursos hídricos de la región.