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Bahamas repatría a 19 balseros cubanos detenidos cerca de su territorio

Los balseros, que intentaban llegar a los Estados Unidos, arribaron a bordo de un avión de la aerolínea Bahamasair al aeropuerto de La Habana

Las autoridades de las Bahamas repatriaron a 19 balseros cubanos que fueron detenidos cerca de su territorio mientras intentaban llegar a los Estados Unidos a través del Estrecho de Florida.

De acuerdo con un comunicado oficial compartido en redes sociales por el Ministerio del Interior (Minint), los cubanos arribaron a bordo de un avión de la aerolínea Bahamasair al Aeropuerto Internacional ‘José Martí’, de La Habana, el pasado viernes 20 de septiembre.

 

Las autoridades castristas detallaron que, con esta repatriación, ya era 1.069 los cubanos que habían sido deportados a lo largo de 70 operaciones diferentes realizadas por países vecinos desde que inició el 2024.

Estas devoluciones suelen ser efectuadas por naciones como las Bahamas, Islas Caimán y México, aunque, sin duda, el mayor responsable de las deportaciones hacia la Mayor de las Antillas era Estados Unidos.

Hace solo unos días, la Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) informó sobre la repatriación de un balsero cubano que viajaba solo a bordo de una embarcación rústica.

Este fue avistado a unas 12 millas al sur de Cayo Largo, en Florida, y fue eventualmente deportado de regreso al puerto de Orozco, en Artemisa, por la tripulación del Cutter Pablo Valent.

Balseros cubanos que tocaron tierra en Florida son liberados

Generalmente, la mayoría de los balseros que son interceptados en el mar son devueltos a la Isla de manera inmediata, al igual que pasa con aquellos que son detenidos por la Patrulla Fronteriza de EEUU (USBP) tras tocar tierra en Florida.

Sin embargo, un grupo de 43 balseros que arribó a inicios de semana a una playa de Cayo Marathon parece haber tenido suerte, pues fueron liberados por las autoridades migratorias poco después de haber sido entrevistados.

El grupo arribó a Sombrero beach el pasado martes a bordo de una embarcación pesquera procedente de La Habana. El grupo consistía de varias familias con menores de edad, entre ellos un bebé de solo 10 meses de nacido.

Tras su arribo, un pescador cubano identificado como Fermín Puig denunció desde la Isla el robo de su bote pesquero, el cual se encontraba anclado en Cojímar. El hombre indicó que, tras ser citado por la policía para ser interrogado, los oficiales insinuaron que este había vendido su bote a los balseros, algo que negó rotundamente, pues era el único sustento de su familia.

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