Luego del fallecimiento de la primera bailarina, Alicia Alonso, diferentes bailarines hablan de su experiencia de haber trabajado junto a la gran leyenda del ballet, además aseguran que el legado dejado por la habanera es una herencia sin precedentes para el pueblo cubano.
La primera bailarina Grettel Morejón señaló que existen personas que tienen un aura especial que atrapa y “Alicia para mí siempre ha sido luz y ejemplo. Su talento nació con ella, pero su fama vino del trabajo y el estudio, una obsesión sana que la hizo más conocedora de estilos y técnicas, afirmó.
De igual forma, recalcó que el mayor aprendizaje que obtuvo es que la inconformidad es el ingrediente esencial en el camino correcto y que la disciplina constituye la base para todo triunfo. “De la maestra tendré el recuerdo de su mirada de pasión cada vez que marcaba un paso, o el regaño sano que encaminaba y estremecía. Ha sido lindo tenerla cerca durante todo este tiempo. Termina la vida física de una mujer; pero comienza la leyenda interminable, concluyó Morejón.
Durante una entrevista para Prensa Latina, la primera figura, Anette Delgado, declaró haber tenido el honor de tomar ensayos con la talentosa bailarina de quien aprendió y recibió consejos, “era una gran mujer, una excelente maestra y una insuperable bailarina”, al mismo tiempo que aseguró que “Alonso vivirá en cada uno de los cubanos y para los bailarines representa un ejemplo a seguir. Ya no se encuentra físicamente, pero sí puedo asegurar que Alicia no ha muerto porque nos ha dejado un legado que vivirá eternamente en todos nosotros”, aseveró.
La bailarina Sadaise Arencibia manifestó sentirse privilegiada por haber vivido en la misma época en la cual desarrolló su extraordinaria vida; “Alicia es del mundo, pero es nuestra, dijo en reconocimiento a la artista cubana más universal, asegurando que prefiere recordarla como Carmen, uno de los personajes icónicos de la prima ballerina assoluta cubana, quien dice vivirá por siempre, porque así es.
Por último, el primer bailarín del BNC, Dani Hernández, afirma que le resulta muy difícil decirle adiós a esta gran mujer que junto a Alberto y Fernando Alonso crearon algo tan grande como la escuela cubana de ballet.
“Gracias al empeño de ellos de llevar la danza a todos los rincones de esta isla pude llegar a ser el artista que soy hoy en día. Doy gracias a la vida por permitirme y permitirle a tantas generaciones de bailarines estar a su lado, escucharla, aprender y adquirir sus conocimientos, entender la razón de por qué y para qué danzamos, conocerla como ser humano y no solo como la estrella que fue y seguirá siendo por todos los tiempos”, expresó.
Hernández se dijo convencido que Alicia y las futuras generaciones verán a Alicia como un faro al que habrá que seguir, “por su legado, su lucha incansable y perseverancia ante cualquier dificultad”, así como por su afán de poner en lo más alto el nombre del BNC y de elevar la danza a nivel mundial, “lo cual logró, por eso el mundo la llora”, concluyó.
