Camagüey cumple con plan de langosta, pero solo para exportación
Mientras se presumen estos “logros” los cubanos continúan lidiando con la escasez de productos pesqueros en los mercados locales
La Empresa Pesquera Industrial de Santa Cruz del Sur (Episur), localizada en Camagüey, anunció que cerró el 2024 con el cumplimiento de su plan de captura de langosta por tercer año consecutivo, presumiendo que fue la única especie cuyo objetivo fue alcanzado durante el año.
A través de un comunicado difundido en redes sociales, la dirección de Episur destacó el esfuerzo y la perseverancia de sus empleados, reconociendo que “ni la escasez de agua y energía, ni los embates climáticos que afectaron las zonas de pesca y destruyeron equipos, ni las carencias de materiales” impidieron que cumplieran la meta.
Episur recalcó que la langosta, apodada la “Reina del Caribe”, era el principal impulso económico de la empresa, y una de las exportaciones cubanas más importantes, por lo que se esmeraron en cumplir la meta de pesca, incluso si ninguna de estas langostas terminaba en la mesa de los ciudadanos de la Isla.
“Por eso concentramos todos los esfuerzos en cumplir el plan, convirtiéndonos en la única entidad pesquera que lo logra en todo el país”, presumió la empresa.
Por último, Episur compartió un mensaje optimista para el 2025, proponiéndose cumplir con esta misma meta a finales del año que acaba de comenzar.
Como era de esperarse, la publicación generó controversia en redes sociales, ya que toda la producción se dirige al mercado internacional, dejando a los ciudadanos cubanos sin acceso a este alimento.
Este fenómeno no se limita a Camagüey. Empresas pesqueras de Pinar del Río y Granma también priorizan la exportación de langosta, mientras que los habitantes de la Isla enfrentan dificultades para encontrar productos marinos.
En 2020, Manuel Sobrino Martínez, entonces ministro de la Industria Alimentaria, defendió esta estrategia, argumentando que los ingresos por exportaciones de langosta y camarón eran indispensables para la compra de alimentos básicos para la población. En una declaración que suscitó críticas, afirmó: “Si nos permitimos disfrutar de langosta y camarones, faltará la leche de los niños”.
Haciendo un poco de memoria.
Este Manuel S. Sobrino Martínez ministro de la Industria Alimentaria de la dictadura castrista dijo una vez: «si nos damos el gusto de comer langosta y camarones faltará la leche para los niños»En #Cuba no todos los niños pueden tomar leche. pic.twitter.com/PpwEc9bEtx
— Lázaro Lamelas Ortiz 🇨🇺 (@LamelasOrtiz) October 19, 2023
Ahora, unos años después, las casas de la Isla no cuentan ni con langosta ni con leche, pues la escasez de alimentos se ha agudizado pese a las múltiples promesas del régimen.
A pesar del crecimiento de las exportaciones, la industria pesquera de Cuba enfrenta serias dificultades. En 2023, Pescaisla, la empresa pesquera de la Isla de la Juventud, no pudo cumplir con su plan anual de captura de langosta, atribuyendo el fracaso a factores como el cambio climático y la migración de las especies a aguas más profundas.
En ese mismo año, Episur estableció una meta de 250 toneladas de langosta, calificándola de crucial para consolidar su liderazgo en el sector pesquero nacional.
Mientras tanto, los cubanos continúan lidiando con la escasez de productos pesqueros en los mercados locales. A pesar de ser una isla rodeada de mar, Cuba no consigue satisfacer la demanda interna de pescado y mariscos, generando malestar y frustración entre sus residentes, los cuales no pueden hacer más que ver cómo las langostas son enviadas al extranjero a cambio de divisas que son invertidas en hoteles de lujo que el régimen no puede ni llenar.