La cantante cubana Camila Cabello celebró su ascendencia cubana y mexicana, sincerándose sobre su infancia latina en una entrevista con la revista Vogue.
La intérprete de Don’t Go Yet habló sobre su vida, pero también sobre su carrera actual, pues asegura que se encuentra “en el momento más honesto de su trayectoria”.
Cabello, quien ya ha hablado en otras ocasiones del orgullo que le proporciona ser de origen latino, fue seleccionada como portada de la edición de este mes de la prestigiosa publicación, que coincidió con el Mes de la Herencia Latina en Estados Unidos.
La joven posó en unas coquetas fotografías en la que se le ve “liberada”, y celebró su herencia cubana y mexicana, con una entrevista personal en la que retomó la enorme influencia que ha tenido su familia, tanto en su persona, como en su música.
“Yo quería abrazar el discurso de que necesitas a otras personas para vivir tu vida más sana y feliz, que nadie puede hacerlo solo. ¡Orgullosa de ser mexicana, ch*ngao!”, escribió en su cuenta de Instagram.
La entrevista tuvo como tema central el álbum Familia, estrenado en este 2022, y que ha posicionado a Camila como una de las artistas latinas más influyentes de la actualidad.
“Haciendo mis discos no estaba tan conectada a mis raíces. Yo escribía mi música en inglés y en el estudio estaba con gente del mundo estadounidense y, a medida que estoy creciendo, me doy cuenta de que es importante para mí, no solo traer al estudio canciones de mi infancia a productores y colaboradores estadounidenses, sino poder compartirlo con gente que también es latina”, explicó.
Con apenas 25 años, Camila ha acumulado ya tres álbumes de estudio como solista, lo que no solo prueba su talento como cantante y compositora, sino que, según comentó a la revista, también muestra su viaje personal a través de una cultura que sentía tan cercana y distante a la vez.
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Camila ya había mencionado antes que durante su infancia fluctuó entre México y Cuba, pues su familia viajaba entre ambos países por la relación de sus padres (madre cubana y padre mexicano), hasta que ambos decidieron establecerse en EEUU, a donde llegaron con muchos trabajos y dejando todo atrás.
Una de las cosas que más extraña de su natal Cuba es la convivencia familiar, y las enormes fiestas en casa de su abuela, donde todos reían, comían, bailaban y cantaban. Como ya había establecido antes, con su último álbum buscaba crear una experiencia similar, que estuviera al alcance de todo el mundo, lo que ha logrado, según pudo percibir en su actual gira homónima.
“Por primera vez estoy otra vez cantando y viviendo estas canciones, la última vez que las disfruté y viví fue cuando las escribí en el estudio, hace un año. Poder disfrutarlas otra vez con coreografía, movimiento y una banda en vivo y tener la oportunidad de compartirlas con el público me ha hecho enamorarme otra vez con el disco, con todo el concepto y todos los temas. Un disco que tiene mucho de mi cultura sónicamente, pero también los conceptos de familia, de disfrutar con tus amigos y autenticidad”, concluyó.
