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Canadá impone aranceles en represalia a medidas comerciales de EEUU

Los nuevos aranceles se suman a los ya vigentes desde marzo, que gravan importaciones desde EEUU por un valor de 30.000 millones de dólares canadienses

El gobierno de Canadá anunció este miércoles la aplicación de nuevas medidas arancelarias contra Estados Unidos en respuesta a la decisión de la administración de Donald J. Trump de establecer un gravamen del 25% a las importaciones de acero y aluminio canadienses.

A partir del jueves 13 de marzo, el país norteamericano aplicará un arancel del 25 % a productos estadounidenses con un valor total de 29.800 millones de dólares canadienses (equivalente a 20.700 millones de dólares estadounidenses).

El anuncio fue realizado por los ministros canadienses de Finanzas, Dominic LeBlanc; de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly; y de Industria, Francois-Philippe Champagne.

Entre los productos afectados por estas medidas se encuentran 12.600 millones de dólares canadienses en importaciones de acero estadounidense, además de otros 14.200 millones de dólares canadienses en bienes como herramientas, equipos informáticos, artículos deportivos y productos de estampado de hierro.

Estos nuevos aranceles se suman a los ya vigentes desde marzo, que gravan importaciones estadounidenses por un valor de 30.000 millones de dólares canadienses, incluyendo productos como bebidas alcohólicas, jugo de naranja y electrodomésticos.

En total, Canadá está aplicando aranceles del 25% a aproximadamente 60.000 millones de dólares canadienses en importaciones provenientes de Estados Unidos.

El ministro LeBlanc advirtió que su gobierno no descarta imponer más aranceles si Washington no reconsidera su postura.

“Seguiremos trabajando incansablemente para convencer a Washington de que retire estos aranceles injustificados”, afirmó.

Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, subrayó que la situación será un tema prioritario en la cumbre de ministros del G7 en Charlevoix.

“En todas mis reuniones abordaré este asunto para coordinar una respuesta con nuestros socios europeos y presionar a EEUU. Este conflicto no es solo económico, también afecta la soberanía de Canadá”, declaró Joly.

La tensión comercial escaló cuando el presidente Donald Trump anunció un incremento de los aranceles al acero y aluminio canadienses hasta el 50%, en respuesta a la decisión de la provincia de Ontario de elevar en un 25% el precio de la electricidad exportada a Estados Unidos.

 

Aunque Canadá posteriormente retiró esa medida, la administración Trump insistió en mantener los aranceles. Trump también exigió que Canadá elimine un arancel del 200 % sobre la leche estadounidense que supera una cuota anual de importación.

En caso de no cumplirse esta demanda antes del 2 de abril, Trump amenazó con imponer fuertes aranceles a los automóviles canadienses, lo que, según sus palabras, “destruiría la industria automotriz de Canadá de forma permanente”.

Dado que Canadá exportó vehículos a Estados Unidos por un valor de 35.000 millones de dólares en 2023, la implementación de estos gravámenes podría generar un impacto económico significativo.

En un giro inesperado, Trump reavivó su propuesta de que Canadá “debería convertirse en el estado 51 de EEUU”. Argumentó que “Estados Unidos subsidia la seguridad de Canadá con 200.000 millones de dólares al año en defensa”, y que una anexión resolvería los problemas comerciales.

“Esto eliminaría todos los aranceles y reduciría los impuestos para los canadienses. Sería una solución beneficiosa para todos”, sostuvo Trump, quien incluso sugirió mantener el himno nacional canadiense como señal de respeto.

El ex primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, rechazó de manera tajante la propuesta. “No puedes apropiarte de nuestro país”, expresó a través de sus redes sociales.

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