Caravana de unos 1.500 migrantes se abre paso por México hacia EEUU
El grupo, en el cual viajan cubanos, ha decidido ignorar las advertencias hechas por Donald J. Trump y por la presidenta de México
Un grupo de aproximadamente 1.500 migrantes ha comenzado una nueva travesía desde Tapachula, en la frontera sur de México, desafiando las recientes advertencias tanto de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, como de Claudia Sheinbaum, actual presidenta de México.
La marcha comenzó este lunes, con una jornada de 16 millas que tardó aproximadamente 10 horas. Tras llegar a Huehuetán, la caravana decidió dividirse en dos grupos: el más grande, que siguió su camino hacia Huixtla, y el otro, que se quedó en el lugar para descansar.
Según informó EFE, los migrantes provienen principalmente de Venezuela, Colombia, Haití, Cuba y diversas naciones centroamericanas, aunque también se incluyen personas originarias de Medio Oriente. La principal motivación de este éxodo parece ser la inseguridad y la acumulación de largos períodos de espera en Tapachula, donde las condiciones de vida se han vuelto insostenibles.
La situación se complica con la presión de las recientes declaraciones de Donald Trump, quien ha denunciado el avance de esta caravana y ha amenazado con incrementar los aranceles y cerrar las fronteras de Estados Unidos si México no toma medidas para frenar el flujo migratorio.
Por su parte, Claudia Sheinbaum, quien la semana pasada mantuvo conversaciones con el presidente electo de EEUU, aseguró que el gobierno mexicano cuenta con una estrategia para evitar que los migrantes lleguen a la frontera norte.
En sus declaraciones, Sheinbaum también negó que se produzca una guerra arancelaria con Estados Unidos, aunque, a pesar de sus afirmaciones, la caravana emprendió su camino pocos días después.
El recorrido total es de aproximadamente 620 millas, y los migrantes continúan con la esperanza de llegar a la frontera norte de México, buscando mejores oportunidades económicas y seguridad.
Este tipo de caravanas suelen formarse con relativa frecuencia en el sur de México, donde los migrantes deben esperar a completar su papeleo antes de continuar su camino hacia el norte del país. En ocasiones, estos tiempos de espera se prolongan por meses, acabando con los ahorros de los extranjeros.
Cuando eso pasa, un grupo considerable decide comenzar a abrirse paso hacia la frontera norte del país azteca, aprovechando sus grandes números para evitar ser detenidos por las autoridades migratorias o ser extorsionados por el crimen organizado, uno de los tantos peligros a los que los migrantes se exponen cuando deciden viajar de manera irregular hacia los Estados Unidos.