Carne rusa, pero artificial, es fabricada para su venta en el mercado interno
Científicos rusos laboran desde hace años en un proyecto para fabricar carne artificial y en días recientes anunciaron que están muy cerca de sacar las producciones al mercado interno.
La planta de ingredientes alimenticios de Ochákovo ha sido el laboratorio de pruebas para los primeros pasos del proyecto que logró fabricar los primeros 40 gramos de carne cultivada en condiciones de laboratorio a un costo de unos 900.000 rublos (14.000 dólares).
“La carne cultivada podrá aparecer en las vitrinas de los supermercados rusos ya en 2023, siempre que se resuelva la situación legal del producto. Actualmente, en el mundo el precio de la carne cultivada en laboratorio sigue siendo demasiado elevado como para comprar al por menor y fluctúa alrededor de 90 dólares el kilo, aunque hace tres años costaba entre 100.000 y 300.000 dólares el kilo”, dice un comunicado del departamento de prensa de los laboratorios Ochákovo.
Una mayor producción en serie con nuevos avances está pronosticada para dentro de cuatro años, por lo que en 2023 un kilogramo de carne de vacuno cultivada en laboratorio costará unos 800 rublos (12 dólares) al por menor.
Desde el punto de vista sanitario, la carne artificial es segura para los seres humanos y dura en buen estado el doble de tiempo que la carne tradicional. Se obtiene de un pequeño trozo de tejido muscular de una raza de élite de terneros Angus cuando cumplen los dos o tres días de vida.
“Lo más importante en el proceso mediante el cual obtenemos la carne es elegir la composición adecuada del sustrato nutritivo. No solo debe favorecer la división celular, sino también dar al producto un sabor, una jugosidad, un color y un aroma realistas. Así que la composición nutritiva es uno de los ingredientes más caros, y afecta al precio del cultivo de las células”, explica Alexandr Savkov, director general de Ochákovo.
En el “proceso creativo” las células se colocan en un medio nutritivo para estimular el crecimiento y la división celular, donde se incentiva con aminoácidos, vitaminas, sales, glucosa y factores de crecimiento.
La clave para bajar los costos de producción es crear un sustrato en territorio ruso que evite la importación de uno que producen en Suiza. Un compuesto similar al que se utiliza en la producción de salchichas parece ser la clave. Su costo de producción será de 300 rublos por litro (5 dólares) frente a los 1,5 o 3 millones de rublos (23.500 o 47.000 dólares) que cuesta el suplemento de Suiza.
Con información de Sputnik