ESTADOS UNIDOS

Casi 2.000 migrantes sin antecedentes han sido arrestados por ICE en febrero

Esta cifra representa el 41% del total de 4.422 arrestos realizados por la agencia durante las primeras dos semanas del mes

En las dos primeras semanas de febrero, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) detuvo a más de 1.800 migrantes sin historial delictivo ni cargos pendientes.

Esta cifra representa el 41% del total de 4.422 arrestos realizados por la agencia durante ese período, esto en medio de un endurecimiento en las políticas migratorias implementadas por la administración del presidente Donald J. Trump.

Las directrices del gobierno republicano priorizan la detención de personas con antecedentes penales, sin embargo, también se han intensificado los operativos contra aquellos que, aunque no han cometido delitos en territorio estadounidense, carecen de un estatus migratorio regular.

Consultada por NBC News, Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), afirmó que los inmigrantes sin historial criminal suelen estar “lejos de ser inocentes”, aunque evitó ofrecer mayores detalles sobre su declaración.

Centros de detención al límite

El endurecimiento en las medidas migratorias ha provocado que las instalaciones de ICE alcancen y superen su capacidad máxima en las últimas semanas. A inicios de febrero, el número de detenidos se ubicaba en 39.238, cifra que aumentó a 41.169 a mediados de mes, acercándose al tope nacional de 41.500 espacios disponibles. Aunque el número de arrestos ha ido en ascenso, no se ha precisado cuántos de estos migrantes han sido efectivamente deportados.

El 87% de los detenidos se encuentra en proceso de deportación, un procedimiento que puede extenderse por meses o incluso años, mientras que el resto está sujeto a expulsión acelerada. Paralelamente, el sistema judicial de inmigración enfrenta un rezago significativo, con 3,6 millones de casos pendientes, lo que ha generado demoras en las audiencias.

Ante la lentitud en la ejecución de deportaciones, el presidente Trump ha expresado su descontento y ha ordenado a ICE ampliar su capacidad de detención. Para ello, se han desarrollado nuevas instalaciones en Texas y Kentucky, así como una expansión de la sede de la agencia en Denver con la incorporación de 900 camas adicionales.

De igual manera, el gobierno ha comenzado a enviar inmigrantes a la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, en Cuba. Hasta ahora, 112 personas han sido reubicadas en este centro, y se prevé que el número aumente, pues las instalaciones pueden albergar hasta a 30.000 detenidos.

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