Las autoridades sanitarias de Cuba advirtieron que la tasa de incidencia de casos sospechosos de dengue en el país ha aumentado un 35,5% durante la semana correspondiente al cierre de julio.
De acuerdo con el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, esta cifra pudo ser determinada comparando los datos de la semana anterior.
El funcionario señaló que los las provincias de La Habana, Guantánamo, Camagüey y Holguín, así como el municipio especial de Isla de la Juventud, son los más afectados por la enfermedad.
El medio estatal Granma señala que estos territorios tienen tasas de incidencia mayores a la media nacional, por lo que representan un mayor riesgo de contagio.
Portal Miranda especificó que para finales de julio, 33 áreas de Salud en 23 municipios, ubicados en 11 de las 15 provincias del país, habían registrado contagios de dengue.
Es necesario señalar que, aunque las autoridades sanitarias advierten sobre este incremento, no han dado cifras claras sobre el número de pacientes en Cuba que están infectados con el virus del dengue.
Esto no ha evitado que ciudadanos denuncien en redes sociales que hospitales en varias provincias del país se han visto al borde del colapso ante un alto número de contagios, principalmente en menores de edad.
#CubaSeNosMuere
Anfiteatro del hospital Mario Muñoz Monroy en Colón. Escenario que no es dedicado a la asistencia médica y lo han utilizado para albergar a los niños con Arbovirosis (Dengue) #CubaPaLaCalle … pic.twitter.com/9dFh7tpPi4— Cuba_Libre (@Mi_Cuba_Libre) July 19, 2022
De igual manera, los internautas cubanos son los que han denunciado las muertes a causa de la variante hemorrágica del virus, la cual ya ha cobrado la vida de varias madres cubanas y al menos la de tres menores de edad.
El Gobierno cubano se limita a responsabilizar a los ciudadanos, señalando que su irresponsabilidad a la hora de almacenar agua en sus viviendas ha facilitado la reproducción del mosquito Aedes aegypti.
Al respecto, las autoridades pidieron a los cubanos que hicieran su parte para intentar controlar la propagación de este vector, eliminando acumulaciones de agua y tratando de evitar los piquetes de moscos, recomendaciones que hicieron poco después de anunciar la suspensión de la campaña de fumigación en la Isla a causa de la escasez de combustible.
