La cantante canadiense Celine Dion hizo su retorno triunfal al escenario durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, emocionando a todos sus fanáticos.
Luego de más de cuatro años de ausencia de los escenarios por problemas de salud, la intérprete brilló con su potente voz y toda la presencia y elegancia que la caracterizan y que el público recordaba.
Con la icónica Torre Eiffel de fondo y a la romántica orilla del Sena, Celine Dion interpretó el Hymne à l’amour de Édith Piaf bajo la lluvia, que además simulaba un despliegue de destellos.
Ataviada con un deslumbrante vestido de Dior, adornado con miles de perlas y más de 500 metros de flecos, la artista combinó a la perfección con la anfitriona ‘Ciudad de la Luz’.
Con un público vibrante de cientos de personas, la canadiense se mostró visiblemente conmovida al interactuar con su público, una de las cosas que más anhelaba según lo había expresado en el pasado en entrevistas y en sus propias redes cuando tuvo que pausar su carrera.
En 2022, Dion reveló que había sido diagnosticada con el síndrome de la persona rígida, una extraña enfermedad que provoca parálisis temporal y fuertes dolores en las articulaciones, afectando también su potente voz.
Por esta situación, la cantante se vio forzada a suspender sus compromisos profesionales, pero tras llegar esta semana a París, mucho se especuló sobre que podría presentarse que en esta noche especial, los síntomas parecieron desaparecer.
Dion se consolidó como la reina de la noche, no solo por su magnífico retorno al mundo del espectáculo, sino por el cumplimiento de un sueño personal, volver a ver la edificación más icónica de la capital francesa.
Celine Dion se ha mantenido fuerte y resiliente frente al síndrome que, hasta la fecha no tiene cura conocida, y durante sus años lejos de los reflectores, no dejó de prepararse con terapia vocal para cuando una oportunidad como ésta llegara.
“Tengo esta enfermedad por alguna razón desconocida. A mi modo de ver, tengo dos opciones: o trabajo súper duro, o se acabó y me quedo en casa. He elegido trabajar con todo mi cuerpo y alma, con un equipo médico. Quiero ser lo mejor que pueda ser. ¡Mi objetivo es volver a ver la Torre Eiffel!”, compartió apenas en abril de este año con la revista Vogue.
La interpretación de la intérprete de My Heart Will Go On en la apertura del magno evento deportivo costó aproximadamente 2 millones de dólares, según reportó TMZ. Se ha invertido una cuantiosa cantidad para asegurar que la cantante esté lo más cómoda posible, cubriendo costos de viajes, barcos, hospedaje y el acompañamiento de su numerosa familia.