¿Cómo afecta el coronavirus a la propuesta de Ley de Nietos y Bisnietos en 2020?
La pandemia mundial del coronavirus tiene a España como uno de países más afectados, con más de 13 mil muertes, casi 60 mil personas hospitalizadas y cerca de 20 mil profesionales de la salud con diagnóstico positivo.
Al igual que ha ocurrido en la mayoría de los países golpeados por la enfermedad, el alarmante panorama sanitario del país ibérico también ha paralizado importantes ámbitos de la sociedad y la economía, así como la gestión de gobierno.
Esta contingencia alarga aún más un tema pendiente que tiene la nación europea con los descendientes de sus emigrados: la reactualización de la ley de Memoria Histórica o “Ley de Nietos/Bisnietos”, por la cual decenas de miles de cubanos podrían obtener la nacionalidad española y con ella acceso no solo a la Unión Europea sino a Estados Unidos, Cánada y muchos otros países que no exigen la aprobación de una visa a los ciudadanos españoles.
Se trata de la proposición n°122/000055 que a finales de 2016 fue presentada ante el Congreso español por la coalición que entonces integraban Unidos Podemos, En Comú Podem y En Marea.
Sobre la propuesta, el Consulado en La Habana anunció en marzo de 2019 que “estaba en proceso de tramitación en la correspondiente comisión del Congreso de los diputados de España”.
Pero, como todos los proyectos legislativos en trámite en aquel momento, la propuesta de la concesión de la nacionalidad española a los descendientes nacidos en el extranjero de progenitores españoles fue paralizada cuando el presidente Pedro Sanchéz convocó a las elecciones y pidió la disolución de las cámaras.
Meses más tarde, en diciembre, En Comú Podem registró por tercera vez la petición en el Senado.
Tomada en consideración por la Cámara Alta, la iniciativa fue elaborada junto con el Centro de Descendientes de Españoles Unidos (Ce.DEU), una organización que lleva años denunciando las carencias de la disposición séptima de la Ley de Memoria Histórica.
Sara Vilà, senadora de En Comú Podem e impulsora de la proposición, lamentó en aquel momento que la iniciativa no pudiera ser aprobada definitivamente en la XII legislatura y dijo que “es una cuestión de justicia reparar el reconocimiento de la nacionalidad de estos descendientes”.
“La Ley de Memoria Histórica y el Código Civil se olvidaron de estos descendientes de españoles que tuvieron que dejar su país de manera forzada o que fueron víctimas de la persecución política de la dictadura”, sostuvo Vilá, citada por medios españoles.
A principios de marzo de este año, cuando aún la rápida expansión del Covid-19 no era vista como amenaza pandémica por la Organización Mundial de la Salud, la senadora respondió a un seguidor en Twitter y le aseguró que la propuesta sería debatida en mayo de 2020.
“Como ustedes (Sara Vilá y Eduardo Velázquez) han sido el principal apoyo de la nacionalidad española para nosotros los descendientes ¿saben cuándo podría ser tomada en consideración la propuesta de ley en el Senado?”, le preguntaron.
A lo que Vilá respondió: “Muy posiblemente en mayo”.
Horas más tarde, la senadora pidió paciencia y explicó que había dado a luz en días recientes “y ahora mismo estoy de baja por maternidad, me gustaría que esto también fuese respetado”. “Mientras haya legislatura habrá ley, no lo duden”, subrayó.
Recientemente he sido madre y ahora mismo estoy de baja por maternidad, me gustaría que esto también fuese respetado. Mientras haya legislatura habrá ley, no lo duden. Un abrazo.
— Sara Vilà Galán (@SaraVilaG) March 2, 2020
Pero el coronavirus lo ha complicado todo. “La idea de que la legislatura prevista en enero es historia no se verbaliza, pero es un hecho”, dice un artículo de El País fechado a principios de abril.
Desde el 12 de marzo, el Congreso y el Senado de España suspendieron casi todas sus actividades y se estima que hasta el 26 de abril no se levantará el estado de alarma en el país. Entretanto, seguirá detenida toda actividad económica, excepto los servicios esenciales.
El Parlamento fue la primera de las dos cámaras legislativas en adoptar la decisión después de que se confirmara que varios diputados y la ministra Irene Montero dieron positivo al Covid-19.
A finales de marzo, ya a los plenos del Congreso asistían muy pocos diputados, con cientos de representantes que pidieron votar a distancia.
La crisis ha puesto un gran desafío al presidente Pedro Sánchez, que desde el mes pasado mantiene reuniones diarias en el palacio de La Moncloa “en las que sus miembros se alejan cada vez más unos de otros”, reseña El País.
Según el diario más importante de España, todas las citas con el presidente inician con preocupaciones sobre la salud de los asistentes y ministros. Aunque en las ruedas de prensa intentan dar una visión de normalidad, lo cierto es que se extreman los cuidados.
“En el plano que no se ve en pantalla, los cámaras, los técnicos y todos los demás presentes van ultraprotegidos, con guantes y mascarilla. Hay gel desinfectante en todas las esquinas. La sensación de que en La Moncloa hay mucho coronavirus es constante”, abrevió el periódico.
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