Compañero del luchador Yasmani Acosta relata cómo este logró quedarse en Chile

El luchador Yasmani Acosta, ganador de la medalla de plata de lucha grecorromana en los Juegos Olímpicos de París 2024, compitió bajo la bandera de Chile, luego de que este decidiera abandonar la delegación antillana que acudió a los Panamericanos de 2015.

Para esto, requirió de la ayuda del luchador chileno Andrés Ayub, con quien Acosta entabló una gran amistad en un corto periodo de tiempo.

Según contó Ayub al medio El Deportivo, esto no fue fácil, pues la delegación cubana se encontraba bajo constante vigilancia.

La idea comenzó tras una conversación en el gimnasio, donde Acosta le preguntó a Ayub qué posibilidades había de encontrar trabajo en Chile. Este le respondió que, si deseaba quedarse en el país, este podía contar con su ayuda.

Según relató el chileno, este tuvo que esconder a Acosta en el motel Marín 014, famoso en la zona por sus habitaciones temáticas.

“Entramos los dos, imagínate cuando nos vieron llegar… Le pasé unas lucas (dinero), algo de comida y al otro día lo fui a buscar. Ahí lo llevamos con un amigo a una residencial. Estuvo dos días durmiendo en unas camas enanas como de media plaza y de ahí lo llevamos a la casa de un amigo”, explicó.

El luchador aseguró que los primeros años del cubano en Chile fueron difíciles, algo que el mismo Acosta confirmó en relatos posteriores a su escape. El deportista indicó que lo que más le dolía era no poder regresar a la Isla, esto debido al castigo de cinco años que el régimen establece contra “desertores”.

“Soy muy casero. No soy de salir y sufrí bastante”, indicó Acosta durante una de esas entrevistas.

Ayud, junto con otros amigos del cubano, intentaron ayudar para que este pudiera sobreponerse a la nostalgia, invitándolo a todas las celebraciones familiares que podían. Luego de eso, el cubano conoció a su novia, Rommina Sepúlveda, quien nació en Suecia y fue criada en Chile.

El luchador chileno también habría ayudado con el papeleo de Acosta, aunque el cubano tuvo que pasar dos años sin entrenar, trabajando como guardia de seguridad, hasta que consiguió la residencia en el Centro Olímpico de Chile.

Ayub considera que la final por el oro entre Acosta y Mijaín López fue “la final perfecta que buscaba”, incluso si no logró obtener la victoria. De igual manera, el chileno cree que si no se lesiona y se cuida bien, Acosta podría conseguir el oro en Los Ángeles en 2028.