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¡Condenan a 100 latigazos a una mexicana! Aun si eres extranjero en Qatar te pueden sancionar

La mexicana Paola Schietekat, que viajó a Qatar contratada como economista por el Comité Supremo, encargado de la organización del próximo Mundial de fútbol, denunció que fue agredida por un hombre y, sin embargo, ella fue condenada a 100 latigazos y 7 años de cárcel por el delito de “fornicación” y él quedó libre.

Después de un año y medio de vivir en el país árabe, Schietekat, de 27 años, fue víctima de una agresión física por parte de un hombre que irrumpió en su departamento durante la noche.

Tras reportar el hecho violento ante las autoridades qataríes, acompañada por el cónsul de México, el caso se volvió en su contra. El hombre denunciado dijo que ambos mantenían una relación amorosa. Entonces, la mexicana fue acusada de “sexo extramarital”, un delito gravemente penado en la ley islámica conocida como sharía.

Mientras, el hombre fue absuelto de los cargos por agresión. Todo el peso de la ley caía solo en los hombros de la mujer, por un crimen, además, que no ha sido probado y que no es considerado un delito en el mundo occidental.

Así, en un momento en el que Qatar abre sus puertas al mundo por el evento internacional que acogerá este año, continúan saliendo a la luz las terribles situaciones que suceden en el país. En este caso, se evidencia la condición tan vulnerable que afrontan las mujeres en ese territorio.

A esta joven mexicana, como alternativa para no sufrir la grave condena que se le impuso, le propusieron nada menos que casarse con su agresor, para evitar los cargos por “fornicación”.

“Después de este proceso, caí en cuenta de que, a pesar de mis grados académicos, preparación profesional, independencia financiera y a pesar de trabajar para el gobierno qatarí, soy vulnerable a las violaciones de derechos humanos de instituciones arcaicas y abusivas, e incapaz de encontrar protección en mi consulado”, denunció Schietekat en Facebook.

“Siendo así, no imagino el estatus de vulnerabilidad que enfrentarán las y los miles de connacionales que visitarán el emirato el próximo año”, agregó, alertando sobre los peligros a los que estarán expuestos millones de personas que asistirán al Mundial de fútbol, y podrían ser víctimas del sistema qatarí.

La joven mexicana pudo salir de Qatar el año pasado, pero su caso continúa en investigación mientras su agresor permanece libre y sin afrontar consecuencias.

Tras meses de batallar sola, sin respaldo real de las autoridades de su país, decidió comenzar a hablar públicamente de su caso y empezó a acaparar titulares en la prensa. Esto logró que finalmente el pasado viernes el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se reuniera con ella y asegurara que el mejor abogado de la Secretaría de Relaciones Exteriores la representaría a partir de ahora.

La agresión física que sufrió la mexicana en Qatar

La joven ha contado en Facebook que una noche, mientras dormía, un conocido suyo de la comunidad latina en Doha entró por la fuerza a su departamento; ella despertó, comenzó un forcejeo y él la agredió físicamente.

Schietekat quedó con heridas en el brazo y el abdomen, lo que fue documentado en el informe médico.

Cuando acudió a la policía qatarí para reportar la agresión, el mal asesoramiento que recibió del cónsul mexicano y el desconocimiento de la ley que impera en ese país, hizo que la denuncia se virara en su contra.

Cuando el agresor fue llamado a declarar ante las autoridades, usó un argumento a su favor según la ley: dijo que mantenía una relación sexual con Schietekat sin estar casados.

“Aunque no existía evidencia para respaldar su acusación, tampoco hubo presunción de inocencia para mí. Y de ser víctima, las autoridades me trataron como criminal”, indicó la joven en su relato.

Así, pasó de víctima a ser acusada por el delito de zina, que condena las relaciones fuera del matrimonio con hasta 7 años de prisión y 100 latigazos.

Además, contó, la policía intentó someterla “a una prueba de virginidad”, un “acto deshumanizante, humillante y revictimizante” al cual se negó y finalmente pudo librarse presentando forzosamente un acta de un divorcio anterior.

No obstante, tuvo que dejar su celular personal, “a pesar de estar en violación de la Ley internacional”, dijo.

Aunque quedó en libertad provisional, también su agresor, quien hasta hoy permanece libre y sin sufrir consecuencias por sus actos.

Para el próximo 6 de marzo está programada una audiencia en Doha sobre el caso de “fornicación” en su contra. La joven asegura que se está preparando.

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