Corrupción en tiendas MLC: acaparamiento en medio de la escasez
Las denuncias provocaron que se realizara una inspección en la tienda Cibeles, perteneciente a la corporación estatal CIMEX en La Habana
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Las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) en Cuba han vuelto a ser el foco de atención debido a una serie de denuncias por corrupción y acaparamiento.
Aunque el gobierno castrista ha priorizado los establecimientos que operan con dólares en efectivo, estos comercios siguen siendo importantes, por lo que son blanco de irregularidades, repitiendo patrones de abuso que en su momento afectaron a las tiendas en CUC.
Recientes denuncias de ciudadanos que no lograron adquirir productos básicos llevaron a una inspección en la tienda Cibeles, perteneciente a la corporación estatal CIMEX en La Habana.
En dicha revisión, se hallaron diversas anomalías, incluyendo mercancía oculta, inexistencia de facturas y evidencias de intento de desviar productos altamente demandados, lo que impacta directamente a la población.
Los directivos de Cibeles intentaron justificar la situación argumentando que los productos encontrados no estaban destinados para la venta inmediata, sino para otra unidad comercial. Sin embargo, los inspectores constataron que mientras en el área de ventas solo había cuatro bolsas de hígado de pollo, en la cámara de almacenamiento se encontraban dos cajas y dos paquetes adicionales.
Entre los hallazgos también se encontraban 90 ruedas de cigarros populares que no estaban disponibles al público, a pesar de que el personal aseguraba que solo quedaban cuatro en exhibición.
Asimismo, se detectaron dos cajones de cigarros de la marca Rothmans sin facturas ni registros contables, lo que refuerza las sospechas de acaparamiento para su posterior reventa en el mercado negro.
El desabastecimiento premeditado en tiendas estatales se ha convertido en una situación habitual en Cuba. Productos esenciales desaparecen de los estantes de estos comercios, pero aparecen en manos de revendedores que los ofrecen a precios mucho más elevados. La connivencia de algunos empleados y administrativos ha favorecido esta dinámica de corrupción que afecta gravemente a la población.
Las redes sociales se han convertido en un canal de denuncia constante para los ciudadanos indignados por estas prácticas.
“Esto es normal en esos centros”, afirmó una usuaria al compartir su experiencia con la venta de helados en establecimientos similares. Otros denunciaron que los administradores de estas tiendas se sienten “dueños y señores de la mercancía” y que estas irregularidades ocurren también en otras cadenas como TRD, ambas bajo el control del conglomerado militar GAESA.
A pesar de las constantes denuncias, la corrupción en el comercio estatal sigue siendo un problema estructural en Cuba. La impunidad y la falta de medidas eficaces han permitido que estas prácticas continúen, agravando la crisis de abastecimiento que afecta a la población del país.