El Gobierno de Cuba informó sobre la creación de un “grupo de trabajo multifactorial” para acabar con la plaga de caracol gigante africano que azota a la Isla.
La decisión llega de manera tardía, ya que el molusco se encuentra en la mayoría de las provincias cubanas, causando destrozos y malestar en la población.
De acuerdo con el diario oficial Granma, Idael Pérez Brito, viceministro primero de la Agricultura, indicó que en los únicos territorios donde no se reporta presencia del caracol gigante es en Cienfuegos y Guantánamo.
Sin embargo, en otros 56 municipios del país el panorama es totalmente diferente.
“Se ha creado un grupo de trabajo multifactorial que hoy nos permite tener un sistema para enfrentar esta situación. Como resultado, actualmente se monitorean más de 11.000 instalaciones entre semilleros, organopónicos y viveros, y podemos decir que las mayores afectaciones no se encuentran en los cultivos, sino en las zonas residenciales”, precisó la funcionaria.
Subrayó la necesidad de tener a un personal capacitado que le haga frente a la plaga, así como una respuesta por parte de los órganos de salud adecuada.
Mientras el Gobierno tomó la tardía decisión, los ciudadanos cubanos ya se encontraban haciéndole frente al caracol gigante africano con métodos rudimentarios, como echar cal o sal alrededor de las casas.
Pero los entendidos alertan que esta no puede ser una batalla popular. “Se necesitan recursos: sal, cal, latas, guantes adecuados. No es solo recoger y eliminar el animal”.
El caracol gigante africano puede ser hospedero de larvas del nemátodo Angiostrongylus cantonensis, un parásito pulmonar de las ratas que al ingerir las larvas que portan los moluscos se infectan, y con ello pueden transmitirle al hombre la meningoencefalitis eosinofílica, una inflamación de la membrana que cubre el cerebro.
Pese a su alta peligrosidad, la desidia de las autoridades dejó a los cubanos en un verdadero estado de indefensión.
En agosto pasado, la directora de vigilancia y lucha antivectorial del Ministerio de Salud Pública reconoció que el país no tiene condiciones para el control de la plaga.
