Desde este martes 31 de mayo, los cubanos no tendrán que utilizar obligatoriamente la mascarilla facial en los lugares públicos.
Según anunció el ministro de Salud Pública de la isla, José Ángel Portal Miranda, el gobierno decidió eliminar el uso obligatorio de la mascarilla, también conocida popularmente como nasobuco, en las actividades sociales.
Sin embargo, el dirigente cubano explicó que continúa siendo imperativo su uso en las consultas médicas y en los servicios de hospitalización que así lo requieran. También en las áreas de restricción durante los controles de foco.
Asimismo, es obligatorio su uso para las personas que presenten cualquier clase de síntoma respiratorio.
Por otra parte, Portal Miranda recomendó “que las personas vulnerables a la Covid-19 continúen haciendo uso de la mascarilla como medida de protección”, ante esta o cualquier otra enfermedad.
“Recomendamos también su uso en escenarios con aglomeración de personas donde no sea posible mantener un adecuado distanciamiento físico”, señalaron las autoridades de Salud de la isla, durante el programa televisivo Mesa Redonda.
“En la responsabilidad individual queda ahora la protección ante determinados escenarios”, agregaron.
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A principios de este mes de mayo, el gobierno provincial de La Habana desmintió un rumor que anunciaba la eliminación del nasobuco.
“Circula por las redes sociales esta información falsa. Siempre informaremos por nuestros medios de comunicación las medidas que se tomen al respecto”, publicó el gobierno de la capital en su cuenta de Twitter.
Añadió una imagen de una supuesta captura de WhatsApp que afirmaba que, a partir de ese día, “ya no será necesario el uso del nasobuco”.
“Su utilización quedará a cuenta y conciencia de cada persona”, añadía la noticia falsa, al tiempo que atribuía dicho anuncio al doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, quien ha tenido a su cargo el parte diario sobre el comportamiento de la pandemia, tanto en Cuba como en el resto del mundo, desde el año 2020.
Por otra parte, el 6 de abril pasado el régimen cubano flexibilizó algunas medidas de control sanitario internacional para la entrada de viajeros a la isla.
En dicho proceso, fue eliminada la obligatoriedad de que el turista mostrara una prueba negativa de PCR o test de antígeno al momento de su entrada al país.
Sin embargo, sobre el uso de la mascarilla, las autoridades dejaron claro en ese momento que continuaba siendo obligatorio “en todos los puntos de entrada”.
