Cuba recibirá un cargamento de leche en polvo enviado desde Francia
Este cargamento fue recolectado por la asociación Cuba Coopération France, y está destinado al consumo de niños en la Isla
A través de un donativo efectuado por la asociación Cuba Coopération France (CubaCoop), la Isla recibirá un contenedor con leche en polvo destinada al consumo de niños en la Mayor de las Antillas.
Según un comunicado digital, este envío deberá llegar al país en mayo, y fue posible gracias a la recaudación de 45.000 euros.
“La expectativa con este primer envío de leche en polvo es que pueda distribuirse a finales de mayo en la nación antillana, destinada a los sectores más vulnerables de la población, en particular los niños”, indicó la asociación en su comunicado, el cual fue compartido por la oficialista Prensa Latina.
La nota del medio estatal no especificó la cantidad de leche en polvo que se recibirá durante este envío, pero sea cual sea la cantidad, al tratarse de un solo contenedor, es poco probable que pueda generar una diferencia perceptible en la escasez de este recurso en la Isla.
Y es que, en meses anteriores, el recién nombrado ministro de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz, indicó que la Mayor de las Antillas consume unas 2.000 toneladas de leche mensuales para los niños, dietas médicas, embarazadas y “consumo social”, cantidad que no se ha podido satisfacer desde hace tiempo en la Isla debido a varios factores.
Es importante recordar que las autoridades afirmaron haber cumplido con la distribución de leche programada para marzo y abril, esto luego de reconocer que la Isla reconociera haber solicitado ayuda al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas (ONU), algo que no se había hecho antes.
Esta solicitud de ayuda deja en evidencia la gravedad de la actual crisis económica que azota a Cuba, la cual es peor incluso que la experimentada durante el denominado Periodo Especial de los años 90, cuando cayó la Unión Soviética.
Además del PMA, Cuba requirió de donativos hechos por Canadá, así como la compra de cientos de toneladas de leche en polvo de países como Estados Unidos y Brasil para satisfacer la demanda de leche en menores de siete años, dejando nuevamente al descubierto que la Isla comunista requiere de la generosidad de otros países para continuar funcionando.