Cuba vuelve a la “normalidad”: apagones por déficit de 1.000 MW tras reconexión del SEN
El déficit continúa y la demanda no puede ser satisfecha, esto pese a que el huracán Oscar dejó sin electricidad al oriente del país
A una semana del colapso generalizado del sistema eléctrico nacional (SEN), que dejó sin energía a toda Cuba el pasado viernes 18 de octubre, el servicio finalmente vuelve a la normalidad.
No obstante, la normalidad en el caso de Cuba incluye que el servicio se restablezca con un nivel de déficit, que en este viernes 25 de octubre se pronosticó en casi 1000 MW para la hora pico.
Este déficit se traduce en severos apagones para múltiples provincias de la Isla, algunos tan prolongados como para que sean ocho horas sin luz al día, todo esto considerado “normal” por las autoridades del Ministerio de Energía y Minas.
Y es que, ni siquiera porque el huracán Oscar afectó de tal forma el Oriente del país, que varios municipios continúan sin energía, la carga ha disminuido lo suficiente para que el deficiente SEN pueda proveer energía sin problemas al resto de la Isla.
Este viernes comenzó con un déficit de 99 MW cuando nadie estaba utilizando el servicio, y para el mediodía se incrementó a 400 MW. Aunque el pronóstico es que llegue a los 946 MW durante el horario pico nocturno, estos déficits siempre resultan mayores que los esperados.
De acuerdo con Lázaro Guerra Hernández, la generación de las termoeléctricas sigue limitada por 545 MW, debido a que todavía muchas centrales se encuentran fuera de servicio.
Actualmente, las Centrales Termoeléctricas (CTE) Santa Cruz, Cienfuegos y Felton tienen unidades fuera de servicio por avería, además de que 35 centrales de generación distribuida no funcionan por falta de combustible, lo que representa una pérdida de 191 MW adicionales.
Para la noche de este 25 de octubre, se prevé la incorporación de varias unidades de generación que actualmente están en proceso de arranque. La CTE Santa Cruz aportará 75 MW, mientras que la patana de Melones y la Central Eléctrica de Mariel añadirán 48 MW y 64 MW, respectivamente.
Con estas adiciones se espera una disponibilidad total a 2.124 MW, todavía insuficiente para cubrir la demanda máxima pronosticada de 3.000 MW, dejando un escenario similar al que había previo al gran apagón generalizado.
Si bien las temperaturas han disminuido, y con ello también la demanda, las autoridades advierten que la situación sigue siendo crítica, por lo que pidieron no conectar aparatos innecesarios, pues está la posibilidad de nuevos apagones en cualquier momento.
Si bien, la capacidad para rotar los circuitos en los que se programan cortes de energía y reducir la duración de las interrupciones “ha mejorado en comparación con semanas anteriores”, cuando las afectaciones superaban los 1.000 MW durante casi todo el día, esto puede deberse a los efectos del huracán.
La situación se ha tornado intolerable ya para todos los cubanos, que tienen que padecer apagones a diario, a veces por varias horas, desde hace años.
Mientras el régimen invierte todo su capital en el sector turístico y en el estilo de vida de sus propios representantes, el pueblo continúa sin ningún servicio básico funcional, con hospitales a medias, sin energía ni medicinas, con transporte deficiente y sin poder almacenar propiamente los alimentos y medicinas que consiguen con tanta dificultad, en medio de también una marcada crisis alimentaria.
Fue esta situación la que provocó esta semana una trágica muerte en La Habana, donde una niña de 13 años falleció luego de que se le inyectara insulina en mal estado, que se estropeó por la falta de refrigeración a causa de los apagones.