Cubana arrestada luego de llegar a EEUU con un parole falso relata su historia

Naya Cruz Fonseca, una joven cubana estafada con un parole humanitario falso que provocó su arresto tras llegar a los Estados Unidos, ya fue liberada y ha contado su amarga experiencia.

A través de una entrevista con el periodista Mario J. Pentón, la joven contó cómo fue el largo proceso para ganar su libertad de vuelta, algo que requirió de la ayuda de abogados expertos.

La joven afirma que desea compartir lo que vivió para que otras personas no cometan el mismo error que cometió ella al querer “acelerar” su proceso de parole con ayuda de terceros.

Cruz Fonseca explicó que su novio inició el proceso de parole desde enero de este año, cuando la administración de Joe Biden anunció la medida, pero que pasó seis meses sin tener una respuesta por parte de las autoridades.

Esto la llevó a querer “acelerar” el proceso, contratando los servicios de algunas personas que la contactaron en redes sociales.

Inicialmente, todo parecía ser legítimo, pues se realizó su proceso de permiso de vuelo para poder viajar a EEUU. Una vez en el aeropuerto de la Isla, esta no tuvo ningún problema para abordar el avión.

“Esta abogada afirmó que se encargaría de todo el proceso y yo no tuve que hacer nada. En la aplicación CBP One, ella se ocupó de todo; solo tenía que enviarle mis datos. Al salir del aeropuerto de Holguín no hubo problema. Incluso antes de hacer el check-in, revisaron mi autorización de viaje y parecía que todo estaba en orden”, declaró.

Sin embargo, los problemas comenzaron luego de que Cruz Fonseca llegara al territorio estadounidense, pues los oficiales le hicieron saber que su parole era falso.

“El problema surgió al llegar a Estados Unidos, en la sección de inmigración. Me pidieron el papel y me dirigieron a otra oficina. Allí, al ingresar mis datos en la computadora, no aparecía nada en el sistema”.

La joven fue retenida mientras las autoridades procesaban a los demás pasajeros, y permaneció vigilada hasta altas horas de la noche.

“Me retuvieron mientras procesaban a los demás. Finalmente, me explicaron que mi documento era fraudulento. Me interrogaron y me detuvieron hasta la noche y luego me mandaron a un centro de detención federal”.

Según sus declaraciones, hubo una pregunta al final del interrogatorio que pudo haber marcado la diferencia, pues los oficiales cuestionaron si la joven tenía miedo de regresar a Cuba. Al contestar de manera afirmativa, los abogados lograron desarrollar un caso de asilo político alegando persecución y miedo creíble.

La cubana indicó que fue llevada a una cárcel federal para que pudiera hablar con un juez de inmigración, por lo que pasó dos días en ese lugar, rodeada de criminales.

“Pasé dos noches en esa cárcel, rodeada de delincuentes. Una mujer frente a mi celda se golpeaba contra las paredes y gritaba constantemente. Fue aterrador. Luego me trasladaron a un centro de detención migratorio, donde estuve dos meses”.

El caso fue complicado, pues requirió de más tiempo y dinero del que se había contemplado, esto debido a los cargos de fraude que estaban involucrados.

“Tuvimos que luchar contra ese cargo, presentando evidencias y asistiendo a audiencias. Tras desestimar el cargo de fraude, tuvimos que persuadir a las autoridades para que me liberaran”, explicó la mujer.

Ahora, la mujer pide a sus compatriotas que tengan paciencia, pues desesperarse puede llevarlos a tomar decisiones de las que se podrían arrepentir después. En ese sentido, afirmó que si buscan atajos, algo puede salir mal, por lo que su único consejo era tener paciencia y hacer las cosas de la manera debida.

“Para aquellos que están esperando el parole humanitario, les pido paciencia. No intenten acelerar ningún proceso migratorio y sigan todos los pasos debidos. No se dejen llevar por mi amarga experiencia. Que les sirva de espejo”, concluyó.