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Cubano arrestado en Miami-Dade por agresión contra su esposa embarazada

El hombre, practicante de la santería, agredió a su pareja luego de que un ritual le revelara que esta le era presuntamente infiel

Un ciudadano de origen cubano identificado como Manuel José Amaro, de 31 años de edad, fue detenido en el condado de Miami-Dade, Florida, tras ser señalado como el principal sospechoso de un grave caso de violencia de género ocurrido el pasado 22 de enero.

Las autoridades lo acusan de múltiples delitos, entre ellos secuestro, agresión agravada con arma de fuego y abuso sexual en contra de su esposa embarazada.

Según el informe policial, Amaro y su pareja llevaban diez años juntos y tienen cuatro hijos en común. La noche de los hechos, una discusión se desató en el exterior de la vivienda cuando el hombre, practicante de la santería, acusó a su esposa de infidelidad basándose en supuestas revelaciones de sus “santos”.

La mujer intentó refugiarse en la habitación donde dormían sus hijos, pero Amaro la siguió y la atacó físicamente. Primero, le propinó un golpe en el rostro con el puño cerrado, sin importarle que ella sostenía en brazos a su bebé de siete meses.

Posteriormente, la tomó por el cabello y la obligó a subir a su vehículo bajo la amenaza de un rifle de asalto. Para intimidarla aún más, disparó un tiro al suelo antes de arrancar el automóvil y continuar golpeándola durante el trayecto.

Inicialmente, el agresor afirmó que la llevaría a la casa de su madre, pero cambió de opinión y regresó con ella a la vivienda compartida. Al llegar, le ordenó que se recompusiera antes de entrar para que sus hijos no notaran lo sucedido.

Una vez dentro, la obligó a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad, desoyendo sus súplicas. Luego, la golpeó brutalmente en el abdomen y le advirtió: “Sabía cómo deshacerse de un bebé”.

A consecuencia de la agresión, la víctima, con un embarazo de nueve semanas, sufrió fuertes dolores y un sangrado vaginal.

Semanas después del ataque, Amaro se entregó a la justicia con la asesoría de un abogado. Ahora enfrenta varios cargos que podrían llevarlo a cumplir una pena de prisión significativa.

Solo por el delito de secuestro, la ley de Florida establece una condena mínima de cuatro años y una máxima de cadena perpetua, mientras que la agresión agravada con arma de fuego puede acarrear hasta 20 años de reclusión.

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