Cubano lleva 15 años viviendo en comunidad para personas sin techo en Los Ángeles

Fernando Sánchez lleva, al menos, 15 años viviendo en el santuario para personas sin techo Skid Row, en Los Ángeles, California. El cubano, de 64 años, contó su situación al medio estadounidense The Epoch Times.

“Para ser honesto, he estado sin hogar durante los últimos 15 años. Perdí mi trabajo, [tenía] problemas con mi familia. Ya sabes cómo es una familia a veces. Cuando no tienes trabajo, piensan que eres [perezoso]. Sin soporte. Solía ​​tener un buen trabajo. Solía ​​ser camionero”, explicó.

El cubano, quien vive en una casa de campaña, no recibe ayuda del gobierno norteamericano. No obstante, ha logrado acumular los objetos esenciales para vivir e, incluso, hacer su vida bastante cómoda. “¿Cómo sobrevivo? Donan comida, desayuno por la mañana. Aquí dan mucha comida. No recibo nada del gobierno. Nunca he estado en el ejército ni nada parecido”, finalizó.

Sánchez, como otras personas en su condición, vive de la caridad de los extraños, quienes suministran comida, ropa y artículos de primera necesidad a las personas en su situación. En la casa de campaña donde habita, ha logrado acumular un televisor, un aire acondicionado y un generador de gas para alimentar estos equipos.

“Tiene una cama grande hecha con sábanas limpias y una alfombra rosa que mantiene limpia con una aspiradora eléctrica. En una carpa contigua, tiene un pequeño refrigerador, un congelador lleno de carne de res y pollo, y un botellero con botellas de merlot y otras cosechas”, especifica el medio.

Recientemente, adoptó un perro y un gato para hacerle compañía. Además, cuenta con una bicicleta modelo BMX con la que se mueve por toda la ciudad. Fernando pertenece a una comunidad de 11 mil personas sin hogar, que crece diariamente en Los Ángeles.

Las personas sin hogar reciben ayuda de organizaciones benéficas y grupos de religiosos, quienes hacen una estupenda labor ofreciendo el agua potable, al igual que toallitas higiénicas, calcetines, lonas, ropa y alimentos de “proteínas portátiles” como el queso frío en tiras.

Drive-by Do-Gooders es una de las instituciones que colabora en la zona. Esta ofrece ayuda a 240 adultos mayores, discapacitados físicos y mentales, quienes tienen dificultades para acceder a los servicios básicos, como líneas de comida y los buffets emergentes. La organización viaja hasta las zonas más alejadas a llevar la ayuda, que reparte desde un automóvil.  “Ofrecemos necesidades humanas básicas, sin agenda, solo entrega pura”, explica su sitio web.

Otras instituciones se encargan de prestar “baños, duchas, un lugar seguro, limpio y sombreado para pasar el rato y una lavandería”. Por otra parte, mantienen las calles limpias de plagas como ratas y cucarachas.