Cubano que llegó a Miami en una tabla de windsurf: “Nos aferramos a lo que sea con tal de sobrevivir”

Elián López Cabrera, el cubano instructor de buceo que salió de la Península de Hicacos, Matanzas, rumbo a Estados Unidos en una tabla de windsurf, contó lo sucedido en el trayecto, incluidos los miedos que padeció hasta ser rescatado por la Guardia Costera del país norteño.

En una entrevista para Univisión 23, López Cabrera aseguró que la travesía fue muy difícil debido a las condiciones del viento, fundamentalmente. El primer día avanzó bastante, pero por la noche no sucedió así.

“Una ola de cuatro metros frente a ti, por este lado (derecho) otra de dos metros por el frente viniendo hacia ti, cómo gestiono esto”, dijo Elián. “En dos ocasiones el oleaje me sacó de la tabla, ahí es cuando pierdo mis espejuelos de visión”, añadió.

También reveló que se trazaba pequeños objetivos para no desfallecer.

“Frustrante en algunos casos cuando yo me volvía a caer y revisaba posición y me había dado cuenta de que no había avanzado nada”.

Según su relato, cuando cayó el sol estando el segundo día en el mar, le envió dos mensajes a un par de amigos que estaban en Miami al tanto de su situación. “Estoy al sur de Islamorada, rescátenme. Estoy muy agotado, no tengo agua, el viento está flojo y el mar picado”, decía el texto que mandó del celular que llevaba consigo y que cogía señal a cada rato.

“Yo no quería hablar con mi esposa en esas condiciones. Y mucho menos con mi hija”, expresó con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada.

El amigo le respondió: “No te desgastes más, aguanta que ya vamos por ti”.

“No iba a ser posible sobrevivir si tenía que pasar otra noche. A lo mejor mi mente lo quería, pero mi cuerpo no iba a resistirlo”, confesó el buzo.

López Cabrera, de 48 años y sobreviviente de cáncer, admitió no ser creyente. Sin embargo, en varios momentos rezó. “Nos aferramos a lo que sea con tal de sobrevivir”.

Él vive con una colostomía que era difícil de atender en Cuba, por eso salió del país. Quiere recibir atención médica adecuada y reunirse con su esposa e hija que se quedaron en la isla.

“¡Mi primo está vivo! Lo grito mil y una veces y viviré mi vida entera dándole gracias a Dios por haber escuchado mis plegarias. Dándole gracias a toda la gente bella de buenos sentimientos que compartieron con nosotros los momentos más amargos y difíciles de nuestras vidas”, escribió un familiar de Elián en su perfil de Facebook.

El mensaje ha calado profundo tanto en personas cercanas como en los que han estado atentos a su historia a través de las redes sociales. Es por ello que piden ayuda para evitar su deportación a la isla. Mientras, López Cabrera se encuentra haciendo los trámites para el asilo.