De Cuba a México y de México a EEUU: balsero cubano narra su difícil travesía
El joven señala que su grupo pasó siete días en el mar, esto antes de llegar a México y enfrentar varios problemas
Un balsero cubano identificado como Yudel Fernández Peralta compartió detalles sobre su travesía hacia los Estados Unidos, la cual inició tras zarpar desde Cuba en un bote con destino a Cancún, México. Según relató, esta ruta fue planificada desde el principio para evitar los peligros que implica cruzar el Estrecho de Florida.
“Cuando vimos las luces de Cancún, ya nos sentimos más aliviados”, expresó durante una entrevista para el canal de YouTube Newsreporter.
Las vías migratorias hacia Florida, que durante décadas fueron frecuentadas por los balseros cubanos, se han tornado más riesgosas y cuentan con una vigilancia reforzada por parte de las autoridades estadounidenses.
Ante este panorama, un número creciente de migrantes cubanos elige dirigirse a México, ya que consideran que el trayecto por el Caribe es menos peligroso que cruzar hacia Florida, donde la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) patrulla activamente y repatría a muchos balseros de regreso a Cuba.
Desde México, los cubanos buscan continuar hacia la frontera terrestre con Estados Unidos, donde algunos solicitan asilo o se amparan en las políticas migratorias vigentes.
El grupo de otros 13 cubanos con el que viajaba Fernández pasó siete días en alta mar, antes de llegar a México y enfrentar más problemas.
“Fue muy duro, mucha agua y nada más”, detalló.
Una vez en el territorio azteca, Fernández denunció haber sido víctima de amenazas y extorsiones por parte de efectivos de la Guardia Nacional y la policía federal, quienes les arrebataron sus pertenencias.
“Nos quitaron el dinero y nos llevaron a una casa de seguridad”, comentó.
Después de ser liberado temporalmente, Fernández fue guiado por traficantes hasta la frontera norte.
“Nos cobraron 10.000 dólares desde Monterrey hasta el río”, explicó. Posteriormente, cruzó por Piedras Negras y se entregó a las autoridades migratorias de Estados Unidos.
Al pisar suelo estadounidense, fue detenido y trasladado a Segovia, Texas, donde permaneció encarcelado durante un mes. Al ser liberado, le colocaron un grillete electrónico para asegurar su comparecencia en futuras citas migratorias. Su audiencia está programada para febrero de 2028.
“Esto me lo pusieron para que no falte a las citas, y en realidad lo veo bien”, comentó.
Lo narrado por Fernández confirma el riesgo que existe para los migrantes debido a las políticas impulsadas por el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien ha fortalecido la seguridad en la frontera y anunciado sanciones más severas contra quienes cruzan ilegalmente.
“Greg Abbott está militarizando y advirtiendo que si cruzamos ilegalmente, seremos encarcelados”, señaló el balsero.
Sin embargo, Fernández reconoció haber recibido un trato respetuoso por parte de las autoridades estadounidenses durante su detención. “Nos trataron bien y nos explicaron el proceso”, agregó.
A pesar de los obstáculos enfrentados, Fernández mantiene una visión esperanzadora sobre su proceso migratorio. Considera que el grillete electrónico le ofrece la posibilidad de permanecer en el país mientras espera su audiencia.
Su objetivo es cumplir con las normas, evitar conflictos y trabajar para lograr estabilidad para su familia que permanece en Cuba. El migrante subrayó que todo su esfuerzo está dirigido al bienestar de sus hijos, como suele ser el caso de miles de cubanos que salen del país en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias.