Detalles sobre la fuga del receptor cubano Ivan Prieto en el Clásico Mundial de Béisbol
Luego de haber perdido 14 carreras a dos ante el equipo de Estados Unidos, la delegación cubana abandonó el V Clásico Mundial de Béisbol, así como el estado de Florida, sin embargo, regresaron con un jugador menos, pues el receptor Iván Prieto se fugó.
De acuerdo con el medio Univisión, el jugador habría aprovechado un descuido por parte de la seguridad que vigilaba a los peloteros para salir del hotel durante la madrugada y ser recogido por un familiar.
El regreso de los jugadores fue programado para las 6:00 a.m. del día siguiente, esto para evitar posibles fugas, sin embargo, Prieto se adelantó y realizó su escape antes de las 3:30 a.m., hora a la que los otros jugadores comenzaron a hacer check in en el aeropuerto.
El citado medio señala que se tuvo que contratar un camión de mudanza para poder movilizar todas las maletas desde hotel al aeropuerto, pues los jugadores acudieron a la terminal aérea con un cargamento considerable de “pacotilla” comprada en Florida, incluyendo hasta gomas para automóvil.
Este cargamento generó que el check in de la aerolínea Global X tardara más de lo habitual, pues el número de maletas que se tenía que revisar por pasajero era muy elevado.
Con su fuga, Prieto se volvió el primer, y hasta ahora, único abandono que se ha producido en las cinco ediciones del Clásico Mundial de Béisbol que se han celebrado desde 2006. Esto podría provocar que las autoridades cubanas le prohíban la entrada por cinco años, castigo que se le impone a los deportistas desertores.
De momento, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) no se ha pronunciado de manera oficial sobre la fuga de Prieto, por lo que es posible que en los próximos días publique un comunicado en el que deja en claro que no está de acuerdo con el comportamiento exhibido por el pelotero.
El periodista especializado en el deporte, Yordano Carmona, indicó en el los últimos días que había pocos peloteros que tuvieran la posibilidad de escapar de la delegación antillana, pues la mayoría formaba parte de ligas extranjeras y contaban con más ingresos monetarios que el resto de los deportistas que suelen abandonar eventos en el extranjero.