La popular actriz cubana Dianelys Brito compartió el pasado martes un “throwback thursday” de los buenos: una imagen de su paso por la telenovela “Pasión y Prejuicio”.
En el dramatizado, dirigido por ya desaparecido realizador Eduardo Macías, la intérprete asumió el rol protagónico y compartió escena con otra de las grandes de la cultura nacional, la actriz Nancy González.
“Esta foto merece esta publicación, no solo por lo que significó este trabajo en mi vida profesional, sino por las personas que a partir de ahí siguieron hasta hoy como amigos caminando a mi lado. El, ya descansa, y desde dónde está sigue escribiendo y dirigiendo como el más grande que fue”, escribió Dianelys.
“Nancy González, un abrazo enorme para ti amiga mía. Doy gracias por haber tenido el privilegio de estar al lado de profesionales tan grandes, de los que aprendí siempre”.
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“Pasión y Prejuicio” se estrenó en la televisión cubana en 1992 y rápidamente, se convirtió en un fenómeno a lo largo y ancho de la Isla.
La novela relató el sufrido y retorcido amor entre la joven Beatriz Lahera (Dianelys Brito) y el señorito Marcos Urquiza (Reynaldo Cruz), durante La Habana de 1915. Los enamorados ceden a la tentación y el padre de ella, tras enterarse, la saca de la casa y sale en busca del novio para matarlo. La historia se complica aún más, con dos triángulos amorosos completados por Amalia Hinojosa (Nancy González) y el abogado Alberto Zárate ( César Évora).
También contó con la participación de otras estrellas como Verónica Lynn, Corina Mestre, Tito Junco, Héctor Echemendía, Isabel Santos, Rolando Brito, Omar Valdés, Martha del Río, Anabel Leal y Armando Tomey.
Vender croquetas en el Malecón
Aunque Dianelys fue uno de los rostros más cotizados de la pantalla grande y chica en la Isla, durante casi tres décadas, pasó mil obstáculos y no llevó una vida ostentosa. A finales del 2019, la actriz —quien ahora reside en Estados Unidos— reveló haber vendido croquetas para subsistir.
“En los últimos años trabajé sin parar. Hice tres novelas, un aventura, una serie y cuando todo aquello se acabó yo me senté en mi casa y no tenía un centavo. Me dije, ‘¿ahora cómo voy a vivir?‘”, explicó entre lágrimas la artista en un video compartido en sus redes sociales.
Por otra parte, la venta de croquetas en la feria del Malecón fue la vía que halló para mantener a flote a su familia, cada vez que terminaba un proyecto. Todo ello, hasta el día que le llegó la oportunidad de salir de Cuba. En ese momento pensó qué hacer por el bien de “ella y el de su hija”.
