Díaz-Canel justifica el abandono a los cubanos tras el huracán Oscar
Aunque Oscar golpeó la Isla como categoría 1, el daño que causó fue significativo, pues el pueblo se encontraba enfrentando un apagón masivo
El designado dirigente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, justificó el abandono en el que quedaron los habitantes del oriente de la Isla luego del paso del huracán Oscar, que azotó las provincias de Guantánamo y Holguín durante el pasado fin de semana.
El ciclón causó graves daños considerables en cuatro municipios guantanameros, dejando un saldo preliminar de siete fallecidos y varias personas desaparecidas.
De acuerdo con el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), el territorio fue afectado por un fenómeno “extremo”, lo que implicó que “sucedieron cosas que nunca habían pasado”.
Durante una reunión del Consejo de Defensa Nacional, realizada el jueves 24 de octubre, en La Habana, se declaró la fase recuperativa de esa región de la Isla. Esto ocurrió tras una visita relámpago de Díaz-Canel por los municipios de Maisí, Baracoa, Imías y San Antonio del Sur, donde apenas y se presentó.
Díaz-Canel no esperaba, sin embargo, ser encarado por los pobladores de Guantánamo, quienes le reclamaron por la falta de agua potable, comida, así como por problemas con la evacuación oportuna y en general el abandono de las autoridades durante la tormenta y las inundaciones.
“Nos dejaron solos con 29 niños”, denunció un hombre, quien explicó que tuvo que rescatar a los menores sin ayuda oficial.
El mismo hombre indicó que, aunque se les había prometido dejar un equipo de emergencia en el lugar, no había ningún auxiliar del régimen en la zona cuando ocurrió el desastre. Ante esto, Díaz-Canel solo señaló que se “investigaría” el proceder de las autoridades locales.
En el mismo sentido de justificar lo ocurrido como si Cuba nunca antes hubiera enfrentado un huracán, el primer coronel, Luis Ángel Macareño, del Órgano de la Defensa Civil, argumentó que hay que estudiar en lo adelante el impacto ambiental de un fenómeno como Oscar.
“Hay que lograr, cada vez con mayor precisión, la cohesión de todos los centros de dirección para situaciones de desastre”, señaló.
Aunque Oscar golpeó la Isla como categoría 1, el daño que causó fue significativo, dejando cerca de una decena de muertos y varios desaparecidos, cuyas labores de búsqueda no se han agilizado pese a la petición desesperada de los habitantes.
Por su parte, Inés María Chapman, viceprimera ministra, aseguró que el huracán se estacionó en la zona durante más de 24 horas, provocando precipitaciones de casi 600 milímetros en un área montañosa y baja, lo que agravó las inundaciones. No obstante, ninguna de las tres autoridades mencionó el hecho de que el colapso del sistema eléctrico nacional (SEN), ocurrido en los mismos días que el huracán, contribuyó al caos y a la falta de respuesta inmediata.
Las autoridades no solo no se dieron por enteradas de los llamados de auxilio de la población debido a que las líneas estaban desconectadas, sino que ni siquiera prestaron atención a lo que pasaba porque todos los esfuerzos estaban concentrados en la reconexión del sistema.
El jefe del Consejo de Defensa Provincial, Yoel Pérez García, informó que, a pesar de los esfuerzos, las labores de restablecimiento de servicios en Imías han sido lentas por las malas condiciones de los caminos. Aun así, destacó que se ha habilitado una vía alternativa hacia la comunidad de Macambo, y continúan las operaciones para mejorar el acceso y la distribución de suministros.