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EEUU amenaza a Maduro con más sanciones si rechaza a deportados

EEUU considera que Venezuela está obligada a recibir a sus ciudadanos repatriados, y que este no es un asunto sujeto a negociación

El gobierno de los Estados Unidos advirtió esta semana que impondrá sanciones “severas y crecientes” a Venezuela si el régimen de Nicolás Maduro continúa negándose a aceptar el retorno de los migrantes venezolanos deportados desde territorio norteamericano.

La amenaza, hecha pública por el secretario de Estado, Marco Rubio, se suma a la creciente tensión en las relaciones entre ambos países, particularmente en cuanto a la repatriación de venezolanos que han sido expulsados de EEUU se refiere.

Según Rubio, Venezuela está obligada a recibir a sus ciudadanos repatriados, y dejó claro que este no es un asunto sujeto a negociación ni debe considerarse como una concesión que amerite alguna recompensa.

La postura estadounidense se reafirmó en un post publicado en la plataforma X, donde el secretario de Estado advirtió que si el gobierno de Maduro no acepta de forma continua y sin demoras los vuelos de deportación, la administración de Donald J. Trump no dudará en aplicar nuevas sanciones económicas al régimen.

 

La crisis migratoria ha sido un tema central en la política exterior de Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a la creciente ola de migrantes venezolanos que buscan refugio en su territorio.

El papel de El Salvador en la crisis migratoria

En febrero, el presidente Trump había anunciado que Venezuela había aceptado recibir a todos los migrantes venezolanos ilegales presentes en EEUU, incluyendo a miembros de la banda criminal “Tren de Aragua”, una organización conocida por su involucramiento en actividades ilícitas tanto dentro como fuera de Venezuela.

Sin embargo, según informaciones recientes, ese acuerdo aún no ha sido cumplido por el gobierno de Maduro. En su más reciente declaración, Rubio subrayó que, bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, EEUU ha enviado a más de 250 personas, acusadas de ser integrantes de la peligrosa banda criminal “Tren de Aragua”, a El Salvador.

Esta decisión se produce luego de que el gobierno venezolano no cumpliera con su compromiso de proporcionar el transporte necesario para la repatriación de los migrantes.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ofreció a encarcelar a los venezolanos deportados. Este gesto de apoyo se enmarca dentro de la estrategia de seguridad de Bukele, quien ha tomado una postura firme frente al crimen organizado en su país.

Este nuevo episodio en las relaciones entre EEUU y Venezuela pone en evidencia las dificultades para manejar la migración masiva y el vínculo entre la política exterior y la seguridad regional. Mientras tanto, el gobierno de Maduro sigue enfrentando presiones internacionales en un contexto de creciente aislamiento y sanciones.

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