EEUU señala que beneficiarios del parole humanitario no están relacionados con fraudes
El Departamento de Seguridad Nacional señala que son los patrocinadores los que han sido vinculados con las irregularidades detectadas
Las autoridades estadounidenses informaron que los beneficiarios del parole humanitario no están siendo señalados como responsables de los fraudes e inconsistencias detectadas en las solicitudes, mismas que provocaron la cancelación temporal del programa.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), estas irregularidades solo se atribuyen a las personas que se ofrecieron a ser patrocinadores.
El comunicado afirma que todos los beneficiarios del programa migratorio son sometidos “a un proceso de selección y verificación exhaustivo antes de su llegada a los EEUU”, esto en un proceso de selección y verificación que consiste en varios niveles a la hora de recibir sus autorizaciones de viaje.
En ese sentido, señalan que es un proceso independiente del de selección de los partidarios que residen en EEUU. “El DHS no ha identificado problemas preocupantes relacionados con el proceso de selección y verificación de los beneficiarios”.
Inconformidad entre la comunidad cubana
Tras este comunicado, la comunidad cubana en el exilio cuestionó la efectividad de este método, pues cada vez más represores del régimen arriban a los Estados Unidos sin enfrentar contratiempos.
El hecho de que los comunistas y represores del régimen cubano se aprovechen de esto para emigrar y pasar sus últimos días de vida en la tierra de la libertad causa indignación entre los cubanos del exilio, muchos de los cuales fueron reprimidos por las personas que ahora tienen la oportunidad de vivir sin carencias en Miami.
Cancelación del parole humanitario
El programa migratorio implementado por Biden a inicios de 2023 quedó suspendido de manera temporal a principios de julio, esto luego de que una investigación interna del DHS encontrara problemas en el proceso de llenado del formulario I-34A.
Entre los principales problemas detectados estuvo el hecho de que más de 100.000 formularios fueron completados por solo 3.218 patrocinadores. De igual manera, se supo que 24 de los 1.000 números más utilizados les pertenecían a personas fallecidas, y que muchas de las direcciones físicas proporcionadas hasta 739 veces, no existían.
Tras la cancelación del programa, el comité sobre Seguridad Nacional del Congreso de Estados Unidos exigió más información al DHS, esto para llevar a cabo su propia investigación sobre el asunto.
