Kim Kardashian nunca ha sido una persona segura con sus elecciones de moda.
Sin embargo, claramente encontró una apariencia que no le funcionó muy bien, o por lo menos no fue del agrado de sus seguidores, el domingo mientras modelaba tres conjuntos similares de látex Balmain.
La estrella de reality, de 39 años, convirtió las calles de París en su propia pasarela personal mientras realizaba varios cambios de vestimenta durante la Semana de la Moda.
Kim comenzó el día asistiendo al servicio dominical de su esposo Kanye West en una combinación de látex color caramelo, que claramente parecía no dejarla ni respirar.
Horas después, ella cambió rápidamente a una figura similar que abraza su figura en un tono burdeos profundo para la presentación de la pista A / W de Balmain.
No contenta con solo dos looks, Kim luego se puso una versión rosa del look para llevar a su hija North a un recinto ferial local.
Se le unió su hermana Kourtney, de 40 años, que invitó a su hija Penélope, de siete años, a un carrusel en la Torre Eiffel.
Apareciendo con gran ánimo, la magnate del maquillaje planteó una tormenta cuando ella y su mini-me se sentaron en un tren, mientras que Kourtney mostró una amplia sonrisa mientras sostenía un caballo.
Antes de su viaje en carrusel, las hermanas llevaron a sus hijos a cenar a Ferdi.
Kim se sintió sensacional mientras se dirigía al restaurante exclusivo en su conjunto de ceñido al cuerpo, que consistía en un traje de gato de escote alto con una chaqueta estructurada a juego.
Usando sus mechones de cuervo en un elegante estilo hasta los hombros, la estrella de Keeping Up With The Kardashians lució un estupendo maquillaje, mientras que complementó con un collar de oro con placa de identificación.
