Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II, terminó una era para monarquía británica, pues permaneció por 70 años en el trono.
Aunque mucho se opinaba respecto a que Carlos de Gales, hijo mayor de la reina, nunca llegaría al trono, el “Día D” llegó al fin, y le corresponderá al no tan “eterno príncipe” asumir su posición como rey de Inglaterra.
Con 73 años, Carlos de Gales es el primero en la línea de sucesión, hijo mayor de la monarca y de Felipe de Edimburgo. No obstante, la opinión pública está dividida respecto a su coronación, por resentimiento a su historia pasada con la querida princesa Diana de Gales.
En 1981, Carlos contrajo matrimonio con la también llamada “Lady D”, protagonizando uno de los escándalos más grandes de la Familia Real, al serle infiel, desde antes de su matrimonio, con Camila Parker Bowles, quien a la muerte de Diana se mantuvo como su concubina, y con la que eventualmente se comprometió.
Ahora como heredero a la corona británica, Carlos ocupará su lugar en el Palacio de Buckingham, junto a Camila, que había permanecida como duquesa de Cornualles.
Recientemente, y ante el visible decaimiento de la monarca, fuentes cercanas al príncipe dieron a conocer que él tenía un plan de vida “austero” para cuando se presentara la ausencia de su madre.
Carlos se había preparado para el momento en los últimos años, desde el cumpleaños 90 de la reina, que le fue delegando a su hijo más y más labores cada vez.
Aunque la monarca seguía ocupándose de los asuntos más importantes, las reuniones sociales y actos de presencia empezaron a estar a cargo de Carlos, que cada vez se vio más involucrado con los países de la Commonwealth.
La muerte la reina supone un enorme cambio a la dinastía matriarca que había tenido Gran Bretaña por más de un siglo, con Isabel II en el trono por 70 años, siendo sucesora de la reina Isabel, también conocida como la Reina Madre, la última emperatriz consorte de la India.
En los últimos años, y en especial a partir de la muerte de su padre, Felipe de Edimburgo, en abril del 2021, Carlos fue ganando aplomo en el papel de “rey a la espera”, pues se creía que nunca alcanzaría el trono.
Ahora el país queda en sus manos, y se sabe que es partidario de una monarquía reducida y, que incluso, participó en una serie de reuniones para discutir lo que sucederá con las residencias oficiales cuando muera su mamá, la reina Isabel II, y él asuma el trono.
