Un internauta, identificado como Alejandro Pérez Rodríguez, denunció un acto violento y homofóbico por parte de un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) contra un joven en San Antonio de los Baños, provincia Artemisa.
“Parece mentira (…) Se ha criticado por todos los medios el maltrato de ese policía asesino de Estado Unidos y ahora aquí, en nuestras propias narices tenemos autoridades que maltratan al pueblo usando la violencia”, explicó el usuario en relación al asesinato de George Floyd, un ciudadano afrodescendiente, en Minnesota.
Los hechos —según relata Alejandro— tuvieron lugar durante una infinita cola, cuando un oficial le pidió el teléfono celular.
“Él se imaginaba que yo estaba tomando video a aquel infierno de cola, de maltrato, de abuso y corrupción. Frescamente, me revisa toda la galería de fotos, toda mi privacidad, me devuelve el teléfono sin ver pruebas de su dicha especulación”, detalló.
Sin embargo, esto no fue suficiente para el policía. El oficial procedió a golpear a uno de los amigos de Alejandro, un estudiante de medicina, quien le había pedido que no maltratara a otro de los acompañantes. Este último estaba rompiendo un “papel ilegible” con la lista de todos los productos que supuestamente iban a ofertar.
“Mi amigo en defensa salió a preocuparse por él, y ese animal antes mencionado lo golpeó como si él fuese un perro callejero. La población salió corriendo como fiera a socorrer y a gritarle de todo menos lindo”.
Poco después, el oficial le pidió disculpas al estudiante de medicina y dijo que era “un poco violento”.
“¿Para qué está la policía? No es para la seguridad y orden social”, declaró Alejandro. “El no respetar su uniforme, dejar marcado el comportamiento ese que después se refieren así de sus demás compañeros policías, pone en vista la mala selección de policías que se gradúan (…) Hasta dónde vamos a llegar”.
George Floyd, un antes y un después de brutalidad policial
En los últimos días, a raíz de la muerte de George Floyd, han salido a la luz varias denuncias contra fuerzas policiales en una docena de países del mundo. El hecho también provocó una oleada de protestas, sobre todo en Estados Unidos.
Todo comenzó el pasado 26 de mayo, cuando el agente Derek Chauvin presionó su rodilla sobre el cuello de la víctima, de 46 años, mientras este se hallaba tumbado en el suelo boca abajo y repitiendo constantemente “no puedo respirar”. Pasados unos minutos, George fue subido a una camilla y trasladado en ambulancia a un hospital, donde finalmente falleció.
Actualmente, el oficial se encuentra detenido y enfrenta cargos por homicidio en segundo grado. Los restantes tres policías implicados en el caso también han sido arrestados.
