El expresidente de Bolivia, Evo Morales, arribó el martes a México en calidad de refugiado político luego de renunciar a la gubernatura de su país y en medio de presiones del ejército y semanas de protestas en su contra, informó el diario El País.
“López Obrador me ha salvado la vida”, declaró el líder indígena durante un breve discurso que pronunciara en el aeropuerto internacional de la capital mexicana. Junto a él se hallaban el que fuera su vicepresidente, Álvaro García Linera, y su ministra de Salud y expresidenta del Congreso, Gabriela Montaño.
“Quemaron tribunales electorales, quemaron las casas de nuestras autoridades, saquearon la casa de mi hermana, saquearon mi casa en Cochabamba, con políticas de amedrentamiento quisieron denunciar a dos de nuestros alcaldes, al gobernador de Potosí (…) Para que no haya más desangres, más enfrentamientos, hemos decidido renunciar”, agregó.
Laberinto de espacios aéreos y aguas internacionales
De acuerdo con reportes del medio, Morales salió de Bolivia a última hora de la tarde del lunes desde la base de Chimoré, en un avión de la fuerza aérea mexicana. La gestión para su traslado duró casi todo el día, no estuvo exenta de inconvenientes e implicó a varios Gobiernos sudamericanos.
En un primer momento, estaba previsto que hiciera una escala en Lima, pero la aeronave se desvió a Paraguay por causa de “una parada técnica” de unas cuatro horas. Finalmente, después de atravesar una serie de espacios aéreos y aguas internacionales, ingresó en México a través de Oaxaca y desde así hacia la capital.
“Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del Gobierno de ese pueblo, hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida”, escribió en Twitter el líder boliviano. “Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía”.
Muy agradecido con el hermano Manuel López Obrador y el gobierno y pueblo de México por salvarme la vida. Llegamos sanos y salvos junto a nuestros hermanos Álvaro y Gabriela. Los golpistas ofrecieron $us 50 mil a un miembro de seguridad para que me entregue antes de mi renuncia. pic.twitter.com/cOGe2Ztgcz
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 12, 2019
Morales fue recibido a primera hora de la mañana del martes por el canciller mexicano Marcelo Ebrad y un grupo de periodistas.
Horas antes, Ebrad había declarado que la decisión del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se dio en virtud de “la situación de urgencia” que enfrenta Bolivia, en donde la vida de Evo Morales y su integridad corrían peligro.
Abdicación de Morales
El mandatario indígena renunció a la presidencia de Bolivia el pasado domingo, tras permanecer casi 14 años en el poder. Morales acreditó su abdicación con el objetivo de cesar los violentos enfrentamientos entre sus partidos y detractores, que dejaron un saldo total de -al menos- tres muertos y cientos de heridos.
El país sudamericano se vio envuelto en una aguda crisis política y social, a raíz de los comicios del pasado 20 de octubre, donde Morales salió reelecto. Los grupos opositores tildaron estas elecciones de “fraudulentas”.
“Ha habido un golpe cívico, político y policial”, señaló Morales en su discurso de renuncia. “Mi pecado es ser indígena”.
A la par, se ha informado que la segunda vicepresidenta del Senado de Bolivia, Jeanine Áñez, asumirá de forma provisional la presidencia de la nación sudamericana, según lo estipulado en el Artículo 169 de la Carta Magna bolivariana.
Muy bueno y muy bonito que México haya recibido a Evo Morales…
Pero y los que se reventaron por él. El gabinete que renunció en pleno. Los alcaldes. Los magistrados. Todos aquellos que lo apoyaron en todo momento y los abandonó a todos a su suerte. Creo que haber salido huyendo fue una cobardía. Debió haberse quedado a luchar allí. A defender a su pueblo, sus correligionarios, sus simpatizantes, sus amigos
Evo no es Allende que murió con las botas puestas. Evo hizo como el capitán Araña que embarcó a la gente y se quedó en tierra.