Ana Lázara Rodríguez tiene 82 años y todavía recuerda los horrores que vivió en las cárceles de Cuba por oponerse al régimen de Fidel Castro. Ahora, ya exiliada, se enfrenta a otra pesadilla: la posibilidad de ser totalmente desalojada de la casa que lleva casi tres décadas habitando.
La ex prisionera política, residente de la Pequeña Habana, contó a la cadena América Tevé que el banco embargó y vendió su propiedad, comprada en 1995 junto a una amiga también apresada en Cuba por motivos ideológicos.
El problema comenzó cuando los pagos de su préstamo comenzaron a subir. “Yo compré la casa en 168 mil dólares y ahora se deben 800 mil”, dijo ante las cámaras.
Su abogado, Bruce Jacobs, dice que detectó el fraude en cuanto le presentaron el caso de Ana Lázara. Explicó que la compra se hizo bajo un préstamo de interés variable, o sea que, con el paso de los años, el préstamo va subiendo al igual que la cantidad que se debe al banco.
“El fraude es evidente, cuando me enteré del caso lo supe de inmediato. Lo correcto es que se haga justicia para Ana”, dijo el jurista.
Luego de una larga vida y después de soportar por años palizas y huelgas de hambre en las cárceles de Cuba, Ana solo pide que un juez pueda ver las evidencias y le devuelva su casa.
