Exmilitar castrista revela secretos sobre el caso del general Arnaldo Ochoa
“El juicio fue manipulado, hicieron cortes como si se tratara de una película de Hollywood”, sostiene el entrevistado
El influencer cubano Darwin Santana Enrique obtuvo una entrevista exclusiva con un excoronel del régimen castrista, el cual reveló detalles sobre el caso del viejo General de División de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Arnaldo Ochoa, acusado por el mismo gobierno cubano de tráfico de drogas.
Ochoa tuvo una estrecha relación de confianza con el fallecido dictador Fidel Castro, pero aun así fue señalado como responsable de ciertas actividades ilícitas, entre ellas el presunto tráfico de drogas entre Cuba y los Estados Unidos.
El excoronel, quien por obvias razones prefirió mantener el anonimato, indicó que Ochoa fue un instrumento importante en la guerra de Angola, donde Cuba jugó un papel decisivo. De igual manera, sostiene que este fue utilizado como chivo expiatorio para encubrir las actividades ilícitas de la dictadura.
En el video se habla de un lucrativo acuerdo que había entre Cuba y Angola, que le aportaba al régimen un millón de dólares diarios por la presencia de sus militares en el país africano. Este dinero se utilizaba a su vez para financiar diversas operaciones militares cubanas en otros países.
El entrevistado afirmó que habría sido el mismo Ochoa quien aceptó asumir toda la responsabilidad luego de haber sido señalado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) como el enlace entre el tráfico de drogas y el régimen de La Habana.
Este habría aceptado a cambio de garantías para él y sus compañeros Antonio (Tony) de la Guardia, coronel del Ministerio del Interior (Minint); Jorge Martínez Valdés, entonces capitán de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); y Amado Padrón Trujillo, mayor del Minint.
El excoronel calificó el juicio contra Ochoa como un proceso “manipulado”, siendo más un despliegue teatral que un procedimiento legal. Este buscaba distraer la atención de los altos mandos y la opinión pública.
“El juicio fue manipulado, hicieron cortes como si se tratara de una película de Hollywood”, sostiene el entrevistado.
Pese a su incredulidad durante el proceso, Ochoa confió en las promesas de protección de Fidel Castro, las cuales resultaron ser falsas.
También afirma que hubo un segundo juicio del que nadie se enteró, el cual se llevó a cabo tras puertas cerradas y ante todos los generales del país, no solo de la capital.
En este, Ochoa habría declarado ante todos los generales, incluyendo Ulises Rosado Toro, que ellos no deberían de juzgarlo, pues se trataba de un grupo corrupto el cual estaba bajo el poder de la cúpula.
“¿Ustedes son los que me van a enjuiciar a mí? Cuando se conocen entre ustedes, son todos unos corruptos, ladrones, todos son millonarios. Son unos delincuentes, fieles seguidores de la cúpula”, asegura el excoronel que fueron las palabras de Ochoa.
Tras ese juicio, el general fue retenido en Miramar durante un tiempo, cerca de la casa de Castro. Posteriormente, fue fusilado y enterrado en una fosa común en el cementerio de Colón.
Ochoa, al igual que su grupo de colegas, fue enterrado en bolsas de negras de nylon con una chapa para identificarlo, esto en una de las pocas parcelas que no están construidas en ese cementerio.
Tras su ejecución, la familia de Ochoa fue obligada a firmar un contrato de confidencialidad, el cual les impide hacer declaraciones públicas sobre el caso vivido en ese año. En ese sentido, el excoronel sugiere que sus vidas estarían en peligro si deciden romper el silencio.
La teoría de que Ochoa fue utilizado como un chivo expiatorio por el dictador Fidel Castro es una que lleva años circulando entre el público general, pero escuchar esto de un exmilitar que estuvo bajo el mando del régimen deja entrever la crueldad con la que Fidel manejaba las cosas.
El dictador controlaba todo sin importarle nada más que su beneficio propio, siendo capaz de descartar a aquellos que le fueron fieles cuando su utilidad se terminaba o cuando más le convenía.