Exsenador Bob Menéndez sentenciado a 11 años de cárcel por corrupción
Menéndez sigue sosteniendo su inocencia, alegando que sus interacciones con Egipto eran parte de sus funciones senatoriales
El exsenador demócrata cubanoamericano, Bob Menéndez, recibió este martes 28 de enero una sentencia de 11 años de cárcel tras ser hallado culpable de aceptar sobornos en forma de dinero en efectivo, lingotes de oro y un automóvil de lujo. La condena fue dictada en un tribunal federal de Manhattan por el juez Sidney H. Stein.
Durante la audiencia, el exsenador admitió ante la corte que lo había perdido todo, excepto a su esposa. El juez Stein fue contundente al referirse a la trayectoria de Menéndez.
“Usted tuvo éxito, fue poderoso, estuvo en la cima de nuestro sistema político. En algún momento del camino, y no sé cuándo fue, perdió el rumbo y trabajar por el bien público, se convirtió en trabajar por su propio bien”, declaró.
Los fiscales habían solicitado una pena de 15 años al considerar que el exsenador actuó como agente del gobierno egipcio, mientras que la defensa abogó por una condena inferior a los dos años, argumentando su trayectoria de servicio público y sus raíces como hijo de inmigrantes cubanos que logró ascender en la política estadounidense.
El caso también involucró a empresarios vinculados a los sobornos. Fred Daibes, promotor inmobiliario de 67 años, fue sentenciado a siete años de prisión y una multa de 1,75 millones de dólares. Durante la audiencia, Daibes expresó que la condena lo había dejado “al borde de atentar contra su propia vida” y solicitó clemencia para poder cuidar a su hijo con autismo.
Otro empresario, Wael Hana, fue sentenciado a ocho años de prisión, además de recibir una multa de 1,25 millones de dólares y la orden de devolver 125.000 dólares. Hana se declaró inocente y negó haber sobornado a Menéndez o intentado influir en sus decisiones políticas. Un tercer empresario había testificado en su contra tras declararse culpable el año pasado.
Menéndez perdió su escaño en el Senado tras ser declarado culpable en 2024. Su caída política comenzó en 2023, cuando las acusaciones en su contra se hicieron públicas y tuvo que abandonar su influyente cargo como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Las investigaciones revelaron que utilizó su poder para beneficiar a empresarios a cambio de sobornos. Durante un allanamiento en su residencia en Englewood Cliffs, Nueva Jersey, el FBI halló 480.000 dólares en efectivo escondidos en botas y bolsillos de prendas colgadas en su armario, además de lingotes de oro valorados en 150.000 dólares.
Según los fiscales, el exsenador utilizó su influencia para favorecer a Egipto y a empresarios con intereses en el país. Se descubrió que proporcionó información sobre diplomáticos en El Cairo, escribió cartas para presionar la liberación de ayuda militar a Egipto y favoreció un monopolio de certificación de carne dirigido por Hana.
Asimismo, intervino en casos judiciales a favor de Daibes y presionó a fiscales estatales para frenar investigaciones contra otros socios comerciales. Un testigo clave, el empresario José Uribe, testificó que ayudó a la esposa de Menéndez a obtener un Mercedes-Benz convertible después de que el exsenador interviniera en un caso legal para beneficiar a su socio.
Menéndez sigue sosteniendo su inocencia, alegando que sus interacciones con Egipto eran parte de sus funciones senatoriales y negando haber recibido sobornos. También afirmó que los lingotes de oro pertenecían a su esposa. Nadine Menéndez, quien también enfrenta cargos, irá a juicio en marzo mientras lidia con su tratamiento contra el cáncer de mama.