La alpinista Eylene Pirez se ha convertido en la primera cubana —y la tercera persona de la Isla— en conquistar el monte Aconcagua, la elevación más alta de América, perteneciente a la cordillera de los Andes y situada en la provincia de Mendoza, Argentina.
La noticia fue dada a conocer por el escalador cubano Yandy Núñez Martínez, quien conquista la montaña la codiciada meta a finales del pasado mes de diciembre.
“Me acaban de informar directamente mis amigos en el Parque del Aconcagua en Argentina de la noticia que ayer llegó a la cima la primera mujer cubana en lograr hacer cima en el Aconcagua”, escribió en Facebook el reconocido alpinista.
“Se acaba de convertir en la tercera persona de Cuba que hace cima en el Aconcagua y en la primera mujer cubana en coronar la cima de América”, agregó. “Viva Cuba”.
La camagüeyana narra su experiencia
El arribo de Eylene aconteció el 19 de enero, después de tomar la ruta de Guanacos, que da la vuelta al glaciar Polaco. Un camino más largo y complicada, pero, sin lugar a dudas, más “bello”.
“Fui para Aconcagua a trabajar con un modelo y el no llego muy lejos. Se bajó cerca Plaza Argentina, que es la base de varias rutas en la montaña. Entonces terminé tomando la ruta Guanacos sola. Esa ruta le da la vuelta al glaciar Polaco”, relató la fémina, natural de la provincia de Camagüey.
“Es una belleza y aunque más larga y difícil que la ruta normal, valió la pena”, manifestó. “Yo no tenía ni la menor idea que estaba haciendo el récord, pero fue un gran regalo y orgullo después de un mes de complicaciones en la montaña”.
Una peligrosa montaña
El Aconcagua cuenta con una altitud de 6.960 metros de altura. Es, actualmente, el pico más eminente de los hemisferios meridional y occidental y el más alto de la Tierra después del sistema de los Himalayas, en Asia.
De acuerdo con fuentes oficiales, el Aconcagua posee el índice de mortalidad más alto en Sudamérica, aproximadamente tres fallecimientos por año. Esto se debe a que al ascenso es de relativa sencillez. Por tanto, personas sin la debida preparación se presentan a hacer el intento. Los escaladores palidecen ante el mal de altura y los cambios climáticos extremos.
Desde 1926, más de cien personas han fallecido en el Aconcagua.
