Familia hispana perdió a cuatro niños durante el tiroteo en la primaria de Texas
Una hispana residente en Uvalde, Texas, indicó destrozada a Telemundo 51 que su familia perdió a cuatro niños durante el terrible tiroteo ocurrido en la primaria de ese lugar el pasado martes.
La mujer, identificada como Ana Aguilar, dijo que durante el incidente perdieron a tres niñas y un niño, y que una quinta menor tuvo que ser operada luego de salir herida durante el tiroteo.
“Tenemos a tres pequeñas y un pequeño que ya no están con nosotros. ¿Cómo vamos a sobrevivir sin esos pequeños que ya no están entre nosotros? ¿Cómo entró al edificio, cómo entró al cuarto? ¿Por qué… si eran ángeles?”, dijo Aguilar entre lágrimas.
Aguilar se refiere al hecho de que el tirador, identificado como Salvador Ramos, de 18 años de edad, logró ingresar a la escuela y continuar su camino pese a haber sido enfrentado por seguridad del edificio y por la policía.
Las autoridades indicaron que los 19 estudiantes asesinados, las dos maestras y alrededor de 17 más lesionados se encontraban en el mismo salón de clase de cuarto año al que entró para atrincherarse.
De acuerdo con el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Chris Olivarez, la policía rompió las ventanas en un esfuerzo por hacer que los menores escaparan, sin embargo, el tirador comenzó a dispararles.
Ramos inició el incidente disparándole varias veces a su abuela, saliendo de su vivienda y dirigiéndose en vehículo a la escuela primaria. Posteriormente, se estrelló cerca de las instalaciones y bajó con un rifle semiautomático y un chaleco antibalas.
La abuela de ramos sobrevivió al incidente, sin embargo, se encuentra en estado crítico. Las autoridades tienen la esperanza de que se recupere y pueda revelar detalles que le den sentido al caso.
Las dos maestras que fallecieron durante el tiroteo fueron identificadas como Eva Mireles e Irma García.
Mireles llevaba 17 años laborando como docente y dejó atrás a una hija adulta y su marido, quien trabaja como policía en las escuelas.
Por su parte, García llevaba más de 20 años trabajando como maestra, y dejó atrás a su esposo y cuatro hijos, sin embargo, su esposo sufrió un infarto dos días después del tiroteo.
Este ha sido catalogado como el segundo tiroteo escolar con más víctimas en la historia de EEUU, superado únicamente por el ocurrido en la escuela de Sandy Hook, ocurrido en Connecticut en 2012, en el cual ocurrieron 26 muertes, la mayoría de ellas menores de entre seis y siete años.