Filtración revela que GAESA tiene una fortuna secreta en los bancos
Tan solo una de las subsidiarias más destacadas de GAESA dispone de recursos que superan tres veces el presupuesto anual del sistema de salud
El Grupo de la Administración Empresarial Sociedad Anónima (GAESA), el poderoso consorcio controlado por las fuerzas militares de la dictadura cubana, posee aproximadamente 4.300 millones de dólares en diversas cuentas bancarias, esto según unos documentos filtrados recientemente a los que el diario Miami Herald tuvo acceso.
Según este medio, una de las subsidiarias más destacadas de GAESA, la compañía hotelera Gaviota, dispone de recursos que superan tres veces el presupuesto anual del sistema de salud cubano.
Inconsistencias con el discurso oficialista
El 2024 se caracterizó por la crisis económica que azota al país, siendo esta una de sus peores desde la década de los 90. Esto desató una serie de apagones prolongados, escasez de combustible y una grave falta de productos de primera necesidad.
A pesar de que el gobierno insiste en que las sanciones de Estados Unidos han provocado el colapso de las finanzas nacionales, las filtraciones revelan que GAESA posee enormes sumas que podrían destinarse a aliviar el hambre y mejorar las condiciones sanitarias de la población, lo que da a entender que el régimen simplemente elige no hacerlo.
Los registros muestran que Gaviota y Almest, la constructora especializada en el sector hotelero, poseen un patrimonio combinado de 22.756 millones de pesos cubanos (CUP), cifra que equivale a casi mil millones de dólares. En contraste, el gasto estatal en salud y programas sociales durante 2023 apenas alcanzó los 1.750 millones de CUP.
Almest recibió un aporte de 668 millones de CUP del presupuesto público y 4.700 millones en inversiones gubernamentales. Sin embargo, solo contribuyó con dos millones de CUP en concepto de impuestos. Además, la empresa paga un crédito a largo plazo de 45.000 millones de CUP, equivalente a aproximadamente 1.800 millones de dólares.
Entre 2021 y 2023, el 36% de la inversión estatal se destinó a la construcción de hoteles, mientras que solo el 2,9% fue dirigido al sector agrícola, el 1,9% a la salud y apenas el 1,3% a la educación.
Esto quiere decir que, mientras el gobierno cubano se dedica a construir hoteles de lujo para un turismo que va en picada, la Isla pasa hambre y sufre una escasez de medicamentos.
Recientemente, el régimen reconoció que el 70% de los medicamentos esenciales están ausentes en las farmacias de la Isla. No obstante, Gaviota declaró activos por un total de 88.600 millones de CUP y cuentas bancarias con un saldo disponible de 4.261 millones de dólares. Entre 2008 y 2022, GAESA invirtió cerca de 24.000 millones de dólares en desarrollos turísticos, mientras hospitales y escuelas enfrentan un deterioro creciente.
A pesar de estas cuantiosas inversiones en infraestructura hotelera, el sector turístico experimentó una caída del 62% en 2023 en comparación con 2019. Durante los primeros seis meses del año pasado, el 70% de las habitaciones permanecieron vacías.
GAESA tiene demasiado poder en Cuba
Además de controlar el turismo, GAESA maneja el Banco Financiero Internacional, Fincimex y Orbit S.A., entidades encargadas de gestionar las remesas enviadas por los cubanos en el extranjero. Asimismo, tiene bajo su administración los ingresos provenientes de los médicos exportados por el gobierno.
El conglomerado también rige empresas clave como Habaguanex, Etecsa, Grupo Palco y CIMEX, que incluye las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y la red de gasolineras (Servicupet).
Las filtraciones confirman que GAESA opera como una economía paralela, dominada por altos cargos militares y miembros de la familia Castro. Este sistema excluye al gobierno de acceder a fondos que podrían mitigar la crisis humanitaria que afecta al país.
La excontralora general Gladys Bejerano Portela reconoció recientemente que GAESA no puede ser auditada, ya que Raúl Castro lo impide. La funcionaria, quien había ocupado su cargo durante más de 15 años, fue destituida poco después de estas declaraciones.
Esta situación significa que cerca del 70% de las empresas estatales no están sujetas a revisión ni fiscalización, y que las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) pueden operar sin rendir cuentas a nadie.